Más allá de recetas sofisticadas, emplatados magníficos o espacios grandilocuentes capaces de dejar a los comensales con la boca abierta, existe un factor que hace regresar a muchos una y otra vez a la mesa de un restaurante y es la nostalgia por los sabores de casa que despiertan sus platillos. En eso, Bismarkcito, el famoso restaurante de mariscos ubicado en el malecón de la ciudad de La Paz, Baja California, imparte cátedra.
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La historia de este feudo se remonta a 1968 cuando la señora Cleotilde Martínez, con un carrito de doraditas (pescadillas o empanadas) inició, sin imaginarse, lo que cinco décadas después se convertiría en punto de referencia de la gastronomía tradicional paceña.
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Luego de dos años abriendo boca con sus participaciones en el festival gastronómico Sabores Polanco, el plato fuerte de Bismarkcito llegó a Ciudad de México con la inauguración de su primera sucursal fuera de Baja California.
Almejas, ostiones, cócteles, pescados, aguachiles, langostas, zarandeados y hasta pizzas integran la oferta gastronómica de este nuevo hotspot polanqueño al que, dicho sea de paso, también se le debe reconocer que para llegar a CDMX continuó con su congruente historia de desarrolló y evolucionó conservando los sabores de familia
Además de una carta atractiva,el espacio es atractivo gracias a sus detalles de interiorismo, el cual da una sensación abrigadora y relajada.
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Hablando un poco más a fondo de la carta y las opciones que se pueden degustar en este espacio, para empezar, las entradas son bastante variadas y van desde tostadas de ceviche de pescado, camarón, pulpo y callo de hacha hasta un Ahumado de marlín o un Sashimi de atún aleta azul o amarilla, estos últimos según disponibilidad por temporada.
Las imperdibles definitivamente son las almejas chocolatas rellenas tradicionales, con pico de gallo, jamón de pavo, queso amarillo y salsa de ostión. ¡Una delicia! o las almejas chocolatas con mariscos acompañados de camarón, catarina, callito de almeja, caracol y pulpo con salsa chipotle y queso mozzarella.
Las almejas del Bismarkcito son una joya en muchos sentidos, empezando porque las vuelan prácticamente diario desde La Paz por lo que su frescura es impresionante.
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La descripción del menú de este restaurante queda cortísima ente la experiencia y es que el combo aquí se completa, además, con una fantástica cava de vinos de la región y una imperdible barra de mixología que, de verdad, estimula todos los sentidos.
Para cerrar con broche de oro la experiencia, los postres son una fantasía sorpresa que definitivamente tienes que descubrir en persona ya que diario cambia la oferta y de la inventiva de los reposteros de este restaurante, surgen una trilogía que puede ir desde un exuberante pastel de chocolate, hasta sorbetes o un tarta de frutos de la temporada.
Este lugar es ideal para todos los que han tenido oportunidad de disfrutar la gastronomía en La Paz y para aquellos que quieran descubrirla por primera vez. Qué fortuna que Bismarkcito ahora se encuentra en Ciudad de México, para placer de todos sus visitantes.
Dirección: Av. Homero 1500, colonia Polanco
IG: @bismarkcitopolanco
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