Existen muchas leyendas alrededor de su origen. Hay quienes dicen que se creó para cortejar a la bailarina californiana Marjorie King; otros viajan hasta los manantiales de Tehuacán pensando en Margarita Orozco, una mujer de familia cafetalera que frecuentaba el bar del Hotel Crespo y que inspiró al barman para diseñar un trago que inmortalizaría su historia.
Es en Hussong’s, cantina ubicada en Ensenada, Baja Californía, el bar con la versión más popular –de la historia del trago–, se dice que el camarero Carlos Orozco, quedó maravillado con la belleza de Margarita Henkel (hija del entonces embajador de Alemania en México), mandó preparar un trago que la refrescara, con toques mexicanos y que cumpliera con las expectativas que ella sugería.
Para el escritor Pedro Reyes, parte del Academy Chair de The World’s 50 Best Restaurants para México y Centroamérica, las Margaritas del Hussong’s son “frozen, de licuadora, instantáneas: una adicción. Una margarita fronteriza que se siente cómoda entre sus dos clientelas”, comenta.
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La margarita ideal
Beber una Margarita es, primero que nada, beber historias y rendirle un homenaje a México. Así lo siente Mica Rousseau, mente maestra de la mixología en Casa Prunes. Para él, cada uno de los cinco ingredientes es igual de importante, así como la temperatura de servicio.
Prefiere tequila blanco porque así, delata el sabor herbal del agave y el jugo de limones sin semilla, cuya acidez no sea demasiada y más bien permitan algo de dulzura que equilibre al Triple Sec, que es un licor de cáscaras de naranja.
El buen hielo es importante y eso se nota cuando el trago está frío pero no demasiado diluido. Incluso la escarcha tiene su chiste: Rousseau utiliza flor de sal que da potencia pero no satura el paladar.
La clásica es perfecta para abrir una comida o cena, explica el mixólogo. Él la prefiere sin “frappear” aunque en gustos se rompen géneros.
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Por innovación no paramos
Hay tantas recetas de margaritas como personas que las preparan. Más allá de lo clásico, existen propuestas que dan un giro y exploran diversos jugos, destilados, licores, temperaturas y tipos de servicio. Algunas, como la interpretación del mixólogo José Luis León, de Limantour, inspirada en el taco al pastor, con un macerado de piña, cilantro y chile serrano, han dado la vuelta al mundo ¡y hasta ganado premios!
Se puede jugar con los tiempos de reposo del tequila. Si bien la receta original utiliza blanco para dar una nota herbal y fresca, el perfil de sabores de una Margarita puede cambiar a ser más profundo y contrastar al aprovechar los destilados añejos. De esta forma, tenemos más caras de la misma moneda.
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El Triple Sec es el elemento que muchos creen secreto para lograr una buena Margarita. En la alquimia de los mixólogos ahora existe la inquietud de no solo brindar contrastes amargos y dulces sino agregar otra clase de experiencias sensoriales. Para eso, se sustituye o complementa con jarabes macerados de chiles que agregan esa notita picante que cierra el círculo de la mexicanidad en su coctel estrella.
En Casa Prunes, bar ubicado en la colonia Roma, la preparan con espumosos, además de intercambiar el Tequila por Mezcal u otros destilados de agave. “De - pendiendo del perfil de quien lo bebe y el motivo de la visita, será el tipo de Margarita que caiga mejor al visitante”, explica Mica Rousseau.
El toque final: la escarcha con sal de calidad. Aunque también aquí se puede jugar. Cuando es mezcal, polvo de gusano rojo o chapulín. Para acentuar las notas a hierba también suelen aprovecharse hierbas aromáticas molidas como epazote, cilantro o albahaca. Si se busca un final aromático, se mezcla sal con cáscaras de cítricos, flores frutas.
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Dónde probar margaritas en CDMX
No solo es para la playa y los turistas, este cóctel lo puedes encontrar prácticamente en todos lados; sin embargo, hay algunas que resaltan por sus años de tradición, su vínculo con la gastronomía contemporánea o simplemente por ser cómplices es una buena noche de copas. Además de las que ya te mencionamos, te presentamos dos lugares.
La primera está en San Ángel Inn: para Pedro Reyes, tomar el aperitivo en la terraza o en el jardín es de los mejores momentos de una comida en este clásico ubicado en el sur de la ciudad. La segunda que te recomiendo la encuentras en Pujol: bien equilibrada y en armonía con la acidez de la cocina de Enrique Olvera. Se prepara con buen tequila y sirve en una copa de cristal delgado.
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