Que tire la primera piedra quien no haya tomado nunca una foto del platillo que se está comiendo. La fotografía de alimentos está más de moda que nunca y, literal, nos podemos pasar horas viendo nuestro feed de Instagram dando like y salivando con el más delicioso foodporn.
Pero claro que tomar fotos de comida tiene su chiste, aunque no lo creas es bastante complejo y no cualquiera lo logra a la primera, es por eso que platicamos con Luis Sandoval , fotógrafo especializado en alimentos quien a través de su estudio, Mucho Flavor , ha colaborado con medios digitales, revistas y periódicos.
Sando — como es mejor conocido— te comparte sus mejores tips de fotografía de comida con celular para que “mates” de antojo a todos tus seguidores en redes sociales.
La fotografía de alimentos comienza con la luz. Una buena iluminación hace o deshace tu foto y para no meternos en complicaciones de luz artificial o flashes, Sando recomienda aprovechar la iluminación natural. “En la fotografía de alimentos no existen reglas como tal pero, sí hay guías o lineamientos que es importante conocer y aprender, una vez que ya los tienes dominados y las sabes aplicar, puedes comenzar a romperlas para crear tu propio estilo. Lo primero en lo que tenemos que pensar es la iluminación. Lo que yo les recomiendo es buscar una fuente de luz natural para comenzar.
“La luz ambiente es aquella que nos proporciona el sol. Esta suele variar dependiendo del momento del día; lo que recomiendo es buscar una luz suave. De igual manera, estar seguros del tipo de luz que necesitamos: fría o cálida. La luz suele tener temperatura y esta se traduce en colores, la fría es azul y la cálida ámbar o amarilla”, comparte el experto. Cabe señalar que entre más cálida sea la iluminación de nuestra foto, más se nos antojará el platillo.
Lo segundo que hay que decidir para tomar la foto perfecta es el ángulo. Este se suele decidir dependiendo del platillo o comida que pienses retratar; por ejemplo, una toma cenital puede aplastar y quitarle volumen a algunos alimentos. En cuanto a la composición del retrato, este se puede enriquecer tu toma con props o utensilios que te ayuden a vestirla. “Puede ser una taza o vaso, cubiertos, una flor o servilleta. Esto es con el fin de darle un ambiente a la imagen. Les recomiendo que si les gusta la fotografía de alimentos sí le inviertan a tener utensilios, platos y cubiertos”, aconseja Luis.
Ya que tienes resuelto el tema de iluminación y composición de la pieza, sigue la toma de fotografía. A menos que la foto lo requiera, los alimentos suelen retratarse estáticos, sin movimiento, por lo cual es importante ayudarse de herramientas como tripiés o estabilizadores que nos ayuden a mantener fijo nuestro celular. “Algo importante de mencionar es que la foto de alimentos es una de las que más perfección nos exige, quizás una foto de una persona se puede llegar a ver padre en movimiento pero la foto de comida se tiene que entender qué es lo que se fotografía. Para evitar que las fotos salgan movidas, recomiendo invertir en un pequeño tripié para celular o, en su caso, un estabilizador. En caso que no tengas alguna de estas herramientas recomiendo —ya que tengas tu encuadre— recargar tus codos y mantener la cámara lo más fija posible. Si puedes, también puedes aguantar tantito la respiración para así evitar movimientos”, explica.
Una vez tengas todo listo, no resta mas que hacer click en la cámara de tu celular. Lo último que tienes que tomar en cuenta es el enfoque y la parte del plato que deseas protagonice la fotografía. “En el caso de la comida, el foco tiene que estar sobre el punto que más se nos antoja o interesa. El platillo puede estar padrísimo pero hay que fijarse en donde está el foco porque podrías destacar una parte que quizás no te interesa”, señala.
Ya lista tu toma, es momento de publicarla. Dentro del mismo Instagram existen diversos filtros que te pueden ayudar a mejorar tu toma, sin embargo, si tu foto está correctamente tomada, no hay necesidad de hacer uso de apps o filtros adicionales. “Lo ideal es tener tu foto bien tomada con una buena luz, buen encuadre y que se vea todo muy bonito para que no la tengas que salvar con un filtro o con photoshop. Ahora, si quieres usar filtros, puedes usar apps como VSCO, en la que puedes jugar con looks y filtros para la comida.”, concluye Luis.
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