Pescaditos, chiles rellenos , huauzontle, tortitas de carne o verduras... los platillos que requieren de capearse o rebozarse son varios, lo que convierte en estas técnicas de cocina en un básico de tu repertorio culinario.
Para empezar, capear y rebozar no es lo mismo. La diferencia está en el grosor de la capa. El capeado suele ser más grueso que el rebozado. Los alimentos capeados se suelen servir bañados en alguna salsa o sumergidos en caldillo. Como las tortitas capeadas de coliflor en caldillo de jitomate. Por su parte, la capa de los rebozados suele ser más delgada y ligera. Por ejemplo, te sirve para cubrir unos camarones o deditos de pescado.
Estos métodos son en apariencia sencillos, consisten en cubrir ingredientes como carne o vegetales con harina y huevo antes de ponerlos a freír en aceite. Suena fácil y, sin embargo, tiene su chiste. Es por eso que los expertos de estas técnicas nos comparten sus mejores tips.
El huevo
La mezcla de huevo para capear o rebozar es básica. Para hacerla se utiliza el huevo entero, tanto la clara como la yema. Para que tu mezcla esté espumosa —a punto de turrón— se recomienda utilizar una batidora de mano. Una mezcla a punto de turrón hará que la consistencia y textura del huevo sea mejor. Un buen tip es añadir media cucharadita cafetera de fécula de maíz (Maizena) para darle mayor cuerpo.
La fritura
Para obtener una fritura crujiente, dorada y perfecta la temperatura del aceite es la correcta. Una buena manera de saber si el aceite está listo es dejar caer en el aceite una pizca de fécula de maíz. Si se va al fondo significa que el aceite no está lo suficientemente caliente y si se quema rápido quiere decir que la temperatura está demasiado alta. Sabrás que la temperatura es perfecta si la maizena hace burbujas.
Sin grumos
La harina forma parte esencial del capeado y rebozado. Te aconsejamos cernir o tamizar la harina antes de "empanizar" los alimentos en ella, es decir, pásala por una coladerita para que se haga más fina y evitar que se formen grumos.
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Rebozados con sabor
A diferencia de los capeados, los rebozados no se ayudan de salsas o caldillos para tener más sabor, por lo que puedes darles un toque de sabor extra al añadir especias a la mezcla de harina al añadir un poco de pimienta, hojuelas de chile, orégano o la especia de tu preferencia.
Capeado duradero
Para que el capeado o rebozado no se desprenda fácilmente de los alimentos la clave se encuentra en la humedad de los ingredientes a cubrir. Por eso es importante que la carne o vegetales tengan la menor humedad posible, para lograrlo, pasa la carne o verdura por una servilleta de papel para que se absorba el líquido extra.
Uno por uno
Recuerda que la temperatura del aceite es básica para capear o rebozar a la perfección, así es que si quieres freír todo al mismo tiempo los alimentos se robarán la temperatura los unos de los otros y tomarán más tiempo en dorarse. Para evitar esto, procura freír en tandas pequeñas o, incluso, considera freír uno por uno.
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