En una antigua casona ubicada en el corazón de la colonia Roma, se encuentra Antifine, un restaurante en el que el chef Alfredo González subvierte la formalidad culinaria para ofrecer una experiencia atrevida sin renunciar a la alta cocina desde hace poco más de tres años.
En Menú, te contamos todo lo que necesitas saber sobre la irreverente propuesta gastronómica del chef Alfredo González en Antifine.
Formado en el prestigioso International Culinary Center en Nueva York, y con experiencia en las cocinas de restaurantes reconocidos mundialmente como Aponiente, en España; Mexique, en Chicago; y Pujol, en México, el chef Alfredo González decidió abandonar los formalismos del fine dining para reinventar la experiencia gastronómica desde una perspectiva más relajada y personal en Antifine.
El menú de Antifine invita a los comensales a redescubrir los sabores de siempre de la cocina mexicana, reinterpretados con nuevos ingredientes y técnicas, pero sin restricciones ni etiquetas.
No importa si comes con las manos, te chupas los dedos o limpias el plato con la lengua; lo importante es que te sientas cómodo, disfrutes de una buena comida sin restricciones y con total libertad. Porque en este restaurante, romper el protocolo se convierte en parte del disfrute.
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Para abrir el apetito, te recomendamos el tiradito de jícama, un suculento callo de hacha acompañado de aguachile de harissa verde y coronado con jícama lactofermentada. Aunque, si prefieres algo más sustancioso, prueba las chilakas, rellenas de requesón con tocino y bañadas en un puré de sésamo negro y champaña.
De los platos fuertes, destacan el pulpaul, un jugoso pulpo adobado con chapulín, acompañado de un suave puré de ajo blanco y ensalada verde, y tentempié, una irresistible pieza de chamorro cubierto con salsa borracha y poro tatemado.
Para cerrar con broche de oro, no te puedes ir sin probar su tres leches, una reinterpretación de este clásico con estragón, acompañado de leches de coco, fruta de temporada y sake.
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Antifine, más allá de la comida
La propuesta gastronómica del chef Alfredo González en Antifine trasciende los límites de la cocina, fusionando arte y gastronomía en una experiencia única.
Recientemente, la cautivadora obra de Miguel Milló, uno de los grandes exponentes del arte contemporáneo en México, no solo ha llegado a las paredes del restaurante, sino que también ha inspirado al chef a crear un exclusivo menú degustación de tres tiempos.
El menú comienza con un dueto de almejas chocolatas: la primera acompañada de una salsa negra de chile manzano, pepino, nashi, puré de aguacate y katsuobushi, y la segunda mezclada con ensaladilla de jícama, chile güero, limón fermentado y xoconostle deshidratado. Ambas están terminadas con una espuma de miso, limón y betabel.
El plato fuerte es una lobina madurada a las brasas, servida sobre un espejo de pipián verde, decorada con pistache, setas, chilacayote y bok choy.
El menú cierra con una pannacotta de coco con tropiezos de arroz inflado, servida sobre un bizcocho de vainilla remojado en leche de coco y acompañada de compota de frutos rojos, geles de mandarina, manzana y maracuyá, además de chips de calabaza pattypan, frambuesas, moras azules y supremas de mandarina.
Si te gustaría vivir experiencias gastronómicas como esta, te recomendamos seguir las redes sociales de Antifine, donde encontrarás toda la información necesaria para no perderte ninguna de sus innovadoras propuestas culinarias.