Ánimus —lo que te mueve. El alma, pues— es el nombre del proyecto mezcalero de la periodista y fotógrafo gastronómico, Mariana Castillo y Fernando Gómez Carbajal . Un trabajo efímero encapsulado en 26 botellas de mezcal artesanal oaxaqueño.

"Es un proyecto que nació del deseo de hacer algo en conjunto. El momento llegó cuando Graciela Ángeles , de , nos contó acerca de "La Vaquita Mezcalera", un proyecto para hacer equipo y guelaguetza por el tema de la pandemia y con el que estaban vendiendo mezcales para consumo personal; por lo que decidimos comprar un lote que se dividió en las 26 botellas que conforman Ánimus, una edición especial que conjunta el mezcal de Real Minero , en Santa Catarina Minas, las fotografías de Fernando y mis textos", platica Mariana Castillo.

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Ánimus está hecho con maguey Karwiinski o Barril, el cual tarda alrededor de 15 años en crecer. Fue creado por el maestro mezcalero Edgar Ángeles Carreño —hermano de Graciela—, quien lo destiló en alambique filipino, es decir, en ollas de barro y tiene un porcentaje alcohólico del 53.7%. "El Barril tarda alrededor de 15 años en crecer así es que se están llevando algo de mucho tiempo. Es un mezcal de excelente calidad que lleva un trabajo detrás que implica lo comunitario y profundo. No hay que confundir lo grandote con lo grandioso y el mezcal es grandioso. Al probarlo, se darán cuenta que es algo distinto. Cuando pruebas un mezcal que tiene la verdad detrás lo sabes porque lo sabes, es algo que no se puede ocultar", comparte la periodista.

De mezcal, letras y fotografía
De mezcal, letras y fotografía

Cada botella de Ánimus es única e irrepetible, tiene un alma propia. "Cada una tiene nombre, fotografía y texto únicos; también el mezcal... cada planta, cada lote es irrepetible. Por ahí va el tema, creemos que estos tres elementos [mezcal, foto y letras] son oficios que comunican, te llevan al goce y a reflexionar. Este proyecto es algo muy especial que no sabemos si volverá a repetirse, Fernando hizo fotos que no tienen nada que ver con lo que normalmente hace que es gastronomía y yo me alejé de lo concreto del periodismo para poder experimentar con la parte narrativa que me encanta y que estudié: Letras Hispánicas", explica Mariana.

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Al tratarse de un proyecto pequeño, Ánimus se adquiere directamente con Fernando y Mariana, a quienes puedes contactar a través de sus cuentas de Instagram (@fernandocarmela y @marviajaycome). Cada botella tiene un costo de $2500 pesos y, hasta el momento, se han venido 13 de las 26 disponibles. Cada una está acompañada de una postal con la fotografía y texto del mezcal.

"Ha sido muy padre la respuesta y el interés de la gente. Cuando tomas un mezcal —y le das besitos—, lo haces despacio y lo disfrutas. Queremos que lo mismo suceda cuando la gente vea las imágenes y lea los textos. Los momentos suceden una sola vez y lo que está hecho en serie no siempre funciona; a veces es mejor hacer algo único y especial, con un alma propia", concluye.

De mezcal, letras y fotografía
De mezcal, letras y fotografía

Lo que viene

Mariana y Fernando saben que les gusta mucho el mezcal , a pesar de ello, desconocen si la aventura se repita en un futuro próximo. Sin embargo, Mariana nos comparte que tienen en puerta un proyecto en el que está involucrado el cacao. "Tiene que ver con cacao y es con nuestros amigos de La Rifa. Al igual que con Ánimus, es unir texto y fotos alrededor de este ingrediente. Es hacer equipo", adelanta.

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