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Comer no se trata solamente de saciar nuestro apetito. No es muy difícil percatarse de que un alimentación sana y variada repercute en nuestro bienestar de diversas maneras, incluyendo en la salud mental y emocional. Desde tiempos de la antigua Grecia, Hipócrates solía decir “Que la comida sea tu alimento y el alimento , tu medicina”. Algunos siglos más tarde, los descubrimientos de la ciencia moderna comenzarían a reforzar la frase del célebre médico.
La comida es la principal fuente a través de la cual nuestro cuerpo obtiene los nutrientes necesarios para seguir funcionando. Nuestro cerebro consume alrededor del 25% del gasto energético obtenido a través de la dieta, de ahí la importancia de cuidar esta última para mantener nuestras facultades mentales sanas.
Según datos de la OMS, los trastornos en el estado de ánimo, como la depresión, han tenido un incremento preocupante en la última década. Esta última afecta a cerca de 300 millones de personas en el mundo. Entre sus múltiples causas se ha identificado una mala alimentación , producto en gran medida de la aparición de alimentos procesados y de bajos valores nutricionales.
Los refrescos y las frituras tienen la capacidad de brindarte una breve sensación de placer debido a sus componentes artificiales o a la adición de grandes cantidades de azúcar. Sin embargo, a la larga su consumo puede derivar en trastornos alimenticios y afectar tu calidad de vida. En esta ocasión te traemos una lista de alimentos de origen natural que, según la ciencia, te pueden ayudar a subir el ánimo sin necesidad de comprometer tu salud y que además son muy sabrosos y fáciles de conseguir.
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Pescado (salmón y atún)
Este tipo alimentos provenientes del mar son ricos en ácidos grasos y Omega 3, que a su vez intervienen en la generación de los neurotransmisores responsables de brindarnos una sensación de felicidad. Por otro lado, estudios de la Universidad de Texas en Estados Unidos han corroborado su capacidad para mejorar nuestras habilidades cognitivas , como la concentración.
(Foto: Unsplash)
El pescado y los maricos en general son fuentes también de zinc, involucrado en múltiples funciones cerebrales. Un consumo balanceado de zinc está asociado a una menor probabilidad de desarrollar depresión.
Verduras de hoja verde (espinacas, acelgas, lechugas)
Vitaminas B, como la B12 y B2, son esenciales para nuestro cuerpo. Su deficiencia en el organismo se ha asociado a un incremento en la sensación de cansancio, por lo que incluir el color verde en nuestros platos durante el desayuno es una de las mejores formas de comenzar el día.
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Hongos
La vitamina D está relacionada con ciertas cualidades antidepresivas . Si bien, obtenemos la mayor parte de esta vitamina a través de la exposición de nuestra piel al sol, también se encuentra disponible en los hongos. Una buena opción al alcance de la mayoría son los champiñones.
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Frutas y verduras
Todos los vegetales y varias frutas, como los plátanos, contienen carbohidratos complejos. Estos son importantes ya que brindan una buena cantidad de azúcares saludables que nos permiten incrementar nuestra energía y sentirnos activos. Por otro lado, también intervienen directamente en la producción de serotonina a través de un aminoácido conocido como triptófano. La serotonina es uno de los principales neurotransmisores que nos permite tener una sensación de bienestar .
Cuando hay una buena cantidad de triptófano en la sangre, el cuerpo puede producir serotonina, y a través de esta, una hormona conocida como melatonina. Esta última regula nuestros ritmos circadianos, nos genera un mejor sueño y mitiga la ansiedad .
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Prebióticos y probióticos
Mucho de nuestro bienestar físico y emocional comienza en el estómago, ya que una flora intestinal saludable disminuye la ansiedad. A su vez, esta flora la favorecemos con los probióticos que son bacterias vivas y levaduras que se encuentran en los alimentos fermentados y en algunos productos lácteos como los yogures que fácilmente puedes encontrar en el supermercado. Solo recuerda verificar que contengan probióticos vivos.
Los prebióticos, por su lado, se encuentran en carbohidratos complejos que no podemos digerir, pero las bacterias de nuestro intestino sí lo hacen, mejorando de esta manera nuestra digestión. Algunas fuentes de prebióticos en alimentos cotidianos se encuentran en la avena, los plátanos, los frijoles y los guisantes.
(Foto: Unsplash)
Recuerda que para una buena salud emocional es importante tener un consumo balanceado de estos alimentos , así como acompañarlos de una buena actividad física. De ninguna manera son sustituto para un tratamiento terapéutico. Si sientes que puedes tener algún problema emocional más complejo, te recomendamos acudir a un especialista.