TOMA NOTA. Los afrodisíacos han sido utilizados desde tiempos remotos aunque, para muchos investigadores, la conexión libido-alimento resulta ser más sugestión que realidad. Esto es porque, al día de hoy, la ciencia médica occidental no tiene pruebas contundentes sobre alimentos que aumenten la líbido. Sin embargo, existen algunos que, de acuerdo a su composición nutrimental y su efecto psicológico, pueden aumentar el deseo sexual.
el primer remedio farmacológicamente aprobado en la década de los noventa para la impotencia sexual fue el Viagra (sildenafil). Curiosamente, los alimentos que más se parecen a los genitales (fresas, espárragos, almejas) son considerados como afrodisíacos . Sin embargo no tienen ningún sustento que soporte esta afirmación. No obstante, este tipo de alimentos son ricos en antioxidantes y sustancias vasodilatadoras que favorecen la fertilidad y la salud sexual.
Un estudio realizado en 2012 por el Instituto Urológico de Madrid en hombres con disfunción eréctil de leve a moderada sugiere que la salsa de jitomate con aceite de oliva mejora la vida sexual . Por otro lado, los alimentos vasodilatadores mejoran la circulación sanguínea. Entre los más populares se encuentran verduras como betabel, hojas verdes (quelites, espinacas, berros), ajo, cebolla y jitomate; frutas como guayaba, kiwi, fresas, moras, frambuesas, zarzamoras, sandía y granada; en pescados grasos como el salmón y las sardinas; en nueces; y también en raíces y especias como pimienta de cayena, canela, cúrcuma y jengibre.
¡ANTIOXÍDATE!
Los antioxidantes ayudan a prevenir la acumulación de colesterol y el endurecimiento de las paredes de las arterias, lo que mejora el flujo de sangre a todo el cuerpo, en especial a los órganos sexuales.
Considera que las propiedades vasodilatadoras y antioxidantes de algunos alimentos pueden mejorar —en gran medida— el rendimiento. Sin embargo, una buena salud sexua l se apoya de hábitos saludables como actividad física, descanso suficiente y dieta correcta.
Vitamina C:
cítricos, fresas, guayaba, kiwi, brócoli, chiles (todos) y perejil.
Vitamina E:
aguacate, nueces (almendras, cacahuates, macadamia), semillas (girasol, pepitas), aceites vegetales (oliva, canola, soya), avena y germen de trigo.
Betacarotenos:
vegetales de colores intensos y hoja verde oscuro como zanahorias, papaya, mango, betabel, pimiento, espinaca y col rizada o kale.
Luteína:
vegetales amarillos y de hoja verde, maíz y yema de huevo.
Licopeno:
vegetales y frutas de color rosa y rojo, como la toronja, la sandía, el pimiento y los tomates.
Polifenoles:
cacao, cúrcuma, maca, té, café y vino tinto.
Zinc:
ostras, carne, pescado y huevo.