ocurre cuando el sistema inmunitario reacciona de manera exagerada ante un alimento identificándolo como un peligro, por lo que desencadena una respuesta protectora en el organismo, incluida la liberación de productos químicos como la histamina. Las reacciones pueden ser graves o leves y varían de una persona a otra.
Por su parte, la Food Allergy Research & Education señala que el alérgeno alimentario puede desencadenar una reacción grave, por lo que debe eliminar completamente ese ingrediente de su dieta para mantenerse seguro.
Además, añade que se debe evitar el contacto cruzado entre un alimento seguro y su alérgeno alimentario. El contacto cruzado ocurre cuando la sustancia que produce la alergia se transfiere accidentalmente de un alimento a otro. Por su parte, Ángela Gutiérrez, alergóloga, señala que, por lo regular, los alimentos que causan alergias son aquellos que contienen algún tipo de proteína, aunque también alimentos como el chocolate, la fresa o los cítricos pueden ocasionar este tipo de respuesta en algunas personas.
Los síntomas de una alergia pueden aparecer a los pocos minutos de haber ingerido el alérgeno alimentario o en un lapso de dos horas.
La persona alérgica puede manifestar síntomas de sarpullido o piel colorada, urticarias, vómitos, diarrea, calambres abdominales, piel colorada, sensación de hormigueo o comezón en la boca, inflamación de la cara, lengua o labios, tos, mareo o aturdimiento, inflamación de la garganta y cuerdas vocales, dificultad para respirar y pérdida de conciencia, por lo que deben acudir con un médico de manera inmediata.
Por su parte, en La Guía de Práctica Clínica: Diagnóstico y Tratamiento de la Alergia Alimentaria, los autores señalan que los niños con ambos padres con alergias tienen un riesgo de entre el 60 y 80% de desarrollarlas en comparación con los que no tienen antecedentes familiares, cuyo riesgo es del 20%.
De igual manera se hace mención que, en los niños, las manifestaciones más frecuentes de alergia alimentaria son la urticaria aguda y el angioedema. Los síntomas respiratorios, como única manifestación, son raros.
La U.S. Food & Drug señala que “no existe cura para las alergias a los alimentos”. Por ello, quienes padecen algún tipo de alergia deben evitar consumir de manera rigurosa ese alimento al cual es susceptible su organismo. De acuerdo a esta asociación, los ocho alimentos más comunes en el universo de las alergias son: leche, huevo, pescado, crustáceos (cangrejos, langostas, camarones), frutos secos (almendras, nueces), cacahuate, trigo y soya, aunque en total son más de 160 alimentos que derivan de estos ocho.