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Actualmente alrededor del 54% de las frutas y verduras que se producen en el mundo son desechadas por diversas razones, por lo que es necesario tomar medidas para que este número disminuya y la termoterapia puede ayudarte con esta tarea.
¿Qué es la termoterapia?
Se trata de un método de tratamiento térmico a través del cuál es posible retrasar la descomposición de algunos alimentos .
El proceso consiste en sumergir las frutas o verduras en agua caliente, para después realizar un choque térmico con agua fría para evitar algún tipo de cocción.
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Para llevar a cabo la técnica de la termoterapia se recomienda usar agua potable a una temperatura de entre 50 y 60°C, introducir el alimento de uno a tres minutos, colar y enjuagar nuevamente con agua potable fría.
Posteriormente, se deben escurrir los alimentos y colocarlos en un recipiente con una base de papel absorbente para controlar la cantidad de humedad .
Es necesario cubrirlos con plástico de cocina y hacer pequeños agujeros en la superficie para que el aire pueda circular y no se produzca condensación de agua.
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Deben permanecer en refrigeración hasta ser usados. Con este método podrás ver que los hongos de pelillos blancos que suelen formarse en las fresas o moras, pueden tardar hasta el doble de tiempo en aparecer, prolongando así su vida útil y evitando el desperdicio mientras cuidas tu economía.
Este tipo de acciones son ideales para alargar la vida de frutas delicadas como las fresas, zarzamoras, uvas, peras, hortalizas, jitomates y todo tipo de productos sensibles a la descomposición por hongos.
Los hongos se propagan por medio de esporas, por ello es necesario que los contenedores en los que se mantengan los alimentos después de la termoterapia estén limpios para evitar una recontaminación.
¿Por qué funciona?
Los alimentos con cáscaras, membranas o superficies delgadas son mucho más susceptibles que otras a la invasión de bacterias y hongos que se alojan en ellas.
Mediante la aplicación de calor, es posible retirar gran cantidad de estos microorganismos no deseados y al bajar la carga microbiana, la descomposición de los alimentos se retarda.
El agua provee la facultad de entrar en aquellos lugares donde otros utensilios o las mismas manos no pueden, pues nadie lava las uvas o moras una a una o alrededor de cada semilla de una fresa.
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Es importante considerar que este método es una alternativa previa al almacenaje de los alimentos pero bajo ningún caso sustituye al lavado o desinfección de los productos, ya que esto puede representar un riesgo para la salud.
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