El mundo del té es tan amplio y diverso que, una vez que lo descubres y entras en él, ya no hay escapatoria. Quedarás tan impresionado y fascinado con esta bebida que créenos que así como comenzará a crecer tu selección de tés y blends, también empezarás a amasar una amplia colección de accesorios para té.
Así como los enófilos comienzan comprando un juego de copas, un destapacorchos y, quizás, un decantador, los amantes del té también tienen que adquirir algunas herramientas básicas para comenzar a disfrutarlo como se debe. “Definitivamente creo que vale la pena tener muy claro qué es lo más sencillo y básico que necesitas hasta lo que pudiera ser más especial”, comenta Andrés Jurado, codirector general de la Escuela Mexicana de Té.
Una taza, por favor
Para él, son tres los accesorios básicos que necesitas para iniciarte en este mundo: una taza, una tetera y un infusor. “Yo empezaria con una taza específicamente destinada para beber té. Es muy común que en nuestra casa tengamos una taza para el café y a esa misma le pongamos leche, cereal y la usamos para mil cosas. Sin embargo, el té tiene tantos aromas, sabores y descriptores tan sutiles que se pueden ver afectados si preparamos nuestro té en una taza que tenga impregnado el aroma de otra bebida”, explica.
Esta taza exclusiva para té puede ser desde una simple tacita cafetera hasta una más compleja e, incluso, diseñada para este propósito. Hay una gama de tazas con infusor integrado llamadas tea mugs, diseñadas especialmente para infundir el té y las encuentras en muchos materiales, desde acero inoxidable hasta cristal o cerámica.
“Es un instrumento muy práctico y útil para infundir té de hoja suelta. Normalmente las mugs son mucho más baratas que las teteras y hay un montón de modelos y materiales. Lo único que realmente tienes que empezar a hacer es conocer la taza en términos de mililitros para que sepas cuántos gramos de té poner. En el mercado mexicano hay un montón de mugs que son de medio litro en los que tendríamos que poner, por lo menos, cinco gramos de té.
“La proporción ideal es, aproximadamente, de un gramo de té por cada 80 mililitros de agua. Esto es lo que nos da la intensidad de sabor. Es muy importante que las personas tengan claro que esta intensidad la vamos a conseguir en función de la proporción de mililitros de agua y gramos de té, no debido al tiempo de infusión. De nada sirve que infundas por mucho tiempo poco té, lo único que vas a hacer es extraer notas tánicas no tan agradables”, señala el experto.
Además de fijarse en el material y capacidad de la taza, hay que tener en cuenta el tipo de té que se quiere preparar. El codirector de la Escuela Mexicana de Té recomienda tener un par de tazas para infundir, en una, tés negros y oolongs oxidados; y en otra, tés blancos, verdes y oolongs de baja oxidación.
(Foto: El Universal)
La tetera ideal
Después de las tazas vienen las teteras. Al igual que las primeras, existe todo un mundo con diferentes tipos, formas y materiales. “Algo que es importante identificar es si lo que tienes delante tuyo en una tetera, una cafetera o una chocolatera. En México, vemos una tetera y generalmente pensamos que es para servir té y no necesariamente. Una manera de saberlo es viendo si la pieza en cuestión cuenta con un filtro en su interior. Si lo tiene, estamos cien por ciento seguros que frente a nosotros tenemos una tetera para té y que podemos poner en ella hojas sueltas con la confianza que ese filtro va a impedir que se vayan a la taza hojas sueltas y partículas”, comenta. Ahora, si por algo tu tetera no tiene ese filtro, no quiere decir que no la puedas utilizar para este propósito, lo único es que vas a necesitar un artículo adicional: un colador. Este te ayudará para que al momento de servir directo en una taza o transferir el té a otro recipiente, no se pasen las hojitas.
Al igual que con las tazas, es recomendable que únicamente utilices tu tetera para servir té; de lo contrario, se puede contaminar con otros sabores. Otro punto importante, al momento de elegir una tetera, es tomar en cuenta el material con el que está hecha. “Todas funcionan pero, si somos muy técnicos, tendríamos que pensar en las características del té que vamos a servir. Las teteras de cristal, por ejemplo, son muy vistosas con la desventaja de ser delicadas y de perder temperatura rápidamente. Casi siempre sirven para infundir tés verdes de alta gama o algunos tés blancos. Las teteras de hierro, al revés: conservan muy bien la temperatura y sirven para infundir tés negros y oolongs de alta oxidación. Por otro lado, las de cerámica o porcelana te permiten infundir prácticamente cualquier tipo de té”, señala.
Sobre los infusores
Andrés explica que lo más recomendable es que los infusores sean lo más cerrados posibles para que no exista el riesgo de que caigan partículas u hojas en la taza. “Un infusor cerrado permite poner en él prácticamente cualquier tipo de té, de cualquier tipo y grado e, inclusive, algunas tisanas —como el rooibos— que son muy finas. “Es recomendable que este sea de acero inoxidable ya que al lavarlo, si no es de este material, corre el riesgo de romperse. De hecho, es común que se rompan los infusores antes que las tazas”, señala. Un punto a cuidar es el tamaño del infusor. Hay que procurar que este sea lo suficientemente amplio para que, cuando las hojas de té se hidraten, se puedan expandir bien. En ese sentido, es recomendable que también revises que los infusores integrados en tazas y teteras también sean de buen tamaño. “Trata que sea amplio para que puedas poner ahí desde un té negro muy partido hasta un oolong de hojas enteras”, añade.
Para conocedores
Si ya te hiciste con tus básicos para té, entonces, lo que sigue es conseguir accesorios más especializados para continuar con tu hobby. Un reloj para medir los tiempos de infusión y una báscula para conocer la cantidad exacta de té son un par de accesorios a tener en cuenta. “El reloj puede ser de arena o, también, un timer digital. En cuanto a la báscula para pesar los gramos de té, en el mercado no es que haya muchas opciones especializadas pero puedes comprar alguna báscula joyera (la cual está calibrada para medir gramos) y te funciona súper bien, además de que no son nada caras”, comenta.
Otro elemento a tener en el radar son las herramientas para preparar matcha, el famoso té verde pulverizado japonés. “Si te gusta este tipo de té tendrías que tener un cuenco para prepararlo y beberlo, así como un chasen, un batidor de bambú tradicional. Claro que, si quieres ser más moderno, un batidor electrónico —de esos para espumar la leche— puede funcionar muy bien”, comenta.
Un accesorio que quizás tendrías que considerar son los coladores. “Es importante para detener las hojas cuando servimos el té. Obviamente no tiene que ser un colador especial. Puedes comprar uno delgadito en la sección de cocina y te funcionará increíble. “Es normal querer tener accesorios exclusivos para té pero desafortunadamente en el mercado mexicano no hay muchos. Entonces lo que puedes hacer es utilizar otras herramientas que cumplan con la misma función. Igualmente no está de más recordar que el accesorio que vayas a utilizar, lo uses únicamente para el té y no otras cosas”, afirma.
Instrucciones de uso
Debido a su naturaleza delicada y por los materiales con los que están hechos, los accesorios para té requieren de ciertas medidas de cuidado antes y después de utilizarlos. Por ejemplo, al igual que algunas ollas y comales, las teteras también se ‘curan’. “Generalmente todo lo que es cerámica se cura. Para hacerlo puedes lavar el interior de la tetera con agua tibia o incluso preparar un té —obviamente no te lo tienes que tomar—”, explica Andrés. En cuanto a la limpieza después de usar tus accesorios, basta con enjuagarlos con agua. “Si usas detergentes, corres el riesgo de que se impregne de su aroma y que tu siguiente taza de té sepa a jabón”, concluye el experto.