En México, la cebolla cruda es el complemento perfecto para unos deliciosos tacos, un consomé caliente, una ensalada refrescante o para darle el toque final a una salsa. Sin embargo, a veces su sabor es tan potente que oculta el gusto de los demás ingredientes .
Si esto te pasa seguido, no te preocupes. Existen varias maneras de suavizar su picor en poco tiempo y con productos que tienes en casa.
Aquí te decimos cómo quitarle el sabor picoso a la cebolla cruda.
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Para este truco , necesitas un cuchillo bien afilado y un recipiente de agua con hielos. La revista española Eroski Consumer recomienda que peles la capa externa de la cebolla y le hagas un solo corte hasta el centro del bulbo asegurándote de que no se parta a la mitad.
Sumerge la cebolla en el recipiente con agua helada y deja que repose ahí por un mínimo de diez minutos. Sus compuestos azufrados, causantes del sabor y el olor potente, se disolverán en el líquido, asegura el servicio de entrega a domicilio Blue Apron.
Mientras más tiempo pase dentro del contenedor, mayor será la pérdida de sabor , así que ten cuidado. Luego del remojo, drena el agua y seca la cebolla con un trapo de cocina limpio. Si el picor persiste, filetéala y métela al agua con hielo por otros 10 minutos más.
Con esta técnica , obtendrás bulbos crujientes, frescos y con un sabor más sutil, y también evitarás traer el sabor a cebolla en la boca durante el resto del día.
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La revista gastronómica Cook’s Illustrated compartió su propio truco para quitarle picor a las cebollas : pica el bulbo según lo necesites y remoja los trozos en agua mezclada con bicarbonato de sodio durante 15 minutos.
De acuerdo con el medio especializado, el pH alcalino del bicarbonato neutraliza los compuestos azufrados de la cebolla y disminuye su potente sabor . Para mejores resultados, usa una cucharada de bicarbonato de sodio por cada taza de agua en el recipiente.
Enjuaga bien la cebolla después de este procedimiento para que no le queden restos de bicarbonato ni se impregne de un sabor parecido al jabón.
Para quienes no buscan una textura crujiente en la cebolla , el programa culinario Milk Street sugiere que cortes el bulbo a tu gusto, pongas los pedazos en un recipiente y les agregues una capa generosa de sal .
Revuelve la mezcla con tus manos limpias hasta que el condimento cubra toda la cebolla . Después de un reposo de 10 minutos, enjuaga para eliminar el exceso de sal .
Además de quitarle el sabor picoso , la cebolla guardará menos humedad en su interior y se volverá más suave.
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Si quieres una solución rápida, este es el truco para ti. Pica la cebolla , rocíala con unas cuantas gotas de vinagre y permite que repose por tres minutos, aconseja el programa gastronómico The Splendid Table.
Este ingrediente ablandará la textura fibrosa de la cebolla y suavizará su sabor . Cuando pase el tiempo indicado, enjuaga con agua o sírvela así para un toque encurtido.
Otra manera instantánea de hacerlo es con ayuda del microondas. Pon los trozos de cebolla en un recipiente con vinagre y sal . Calienta por 10 segundos y listo.
Esta opción es ideal si quieres un sabor cremoso y delicado en tus recetas. Corta la cebolla y macera en leche durante media hora; luego deja que los pedazos de cebolla se escurran.
Notarás que el sabor del lácteo se conserva en la hortaliza, señala el blog culinario La Receta Cómoda.
Aplica estos trucos la próxima vez que hagas un platillo con cebolla cruda para que no opaque el sabor del resto de los ingredientes .