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Los silbadores
Los pequeños y dulces tamales “canario” los podemos encontrar en diversos estados de la República, desde Michoacán, pasando por Querétaro y Morelos, hasta Oaxaca. Se le conoce como “canario” a los tamales dulces hechos con harina de arroz, acompañados de pasitas y envueltos en hojas de maíz. De hecho, su nombre proviene de su característico color amarillo, muy similar a las aves.
Por los caminos del Sur
Los estados sureños cuentan con una impresionante tradición culinaria que incluye, por supuesto, distintos tipos de tamales como los yucatecos, de bolita o los de chipilín. Para prepararlos, la masa de tamal se mezcla con hojas de chipilín y se rellena de carne de cerdo o de res. Se envuelve en hojas de plátano y se suele servir con salsa roja, crema y queso o cebollitas moradas.
Orgullo michoacano
Sin duda, los uchepos son uno de los tamales más queridos y que no puedes dejar de probar cuando visitas Michoacán. Están elaborados con harina de maíz, granos de elote tierno y se envuelven también en hojas de maíz. Para comerlos, tradicionalmente se acompañan con crema y queso fresco, salsa picante o, de guarnición, rajas poblanas o frijolitos.
El más grande de todos
El famoso zacahuil es originario de la zona de la Huasteca. Su tamaño es colosal y se prepara con maíz, y carne de cerdo o pollo marinada en salsa de jitomate con chile y especias. Se envuelve en hojas de plátano y palma. Aunque son de gran tamaño, no pienses que será todo para ti, se suele servir en porciones pequeñas, pues un solo tamal alcanza a alimentar a más de 50 personas.
Triángulito de amor
También tradicionales de Michoacán, las corundas (típicas del desayuno) son unos tamalitos de forma triangular que se preparan con maíz blanco y se rellenan de verduras, carne de pollo o de cerdo. Su envoltura les da su peculiar forma, pues se envuelve con hojas de carrizo o de maíz. Para servir, se suelen acompañar de salsa de jitomate o tomatillo verde, crema y queso cotija.
Con información de Larousse Cocina