Si bien el consumo de carne roja debe ser moderado pues, en exceso, puede provocar problemas como aumento en el colesterol y triglicéridos, este es un alimento que aporta muchos nutrientes a nuestro organismo a pesar de los mitos que se han formado, especialmente alrededor de la carne de puerco.
Muchos desaconsejan el consumo de carne de cerdo debido a que productos como el jamón, las salchichas y el tocino tienen un alto nivel de colesterol y grasas saturadas que obstruyen las arterias y aumentan el riesgo de padecer enfermedades del corazón, además de aumento de peso.
También se señala que la alimentación de estos animales es tan pobre que su carne no solo no ofrece nutrientes, sino que pone en peligro nuestra salud.
Aunque sí es importante moderar su consumo y cocinarla de la manera adecuada, lo cierto es que la carne de cerdo es buena y vamos a explicarte las razones.
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De acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) estos son las 5 creencias falsas que debemos dejar atrás sobre la carne de puerco:
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Ahora ya sabes que mucho de lo que se dice de la carne de cerdo en realidad es una creencia falsa, aunque, si su sabor no te es suficiente para que la agregues a tu dieta regular vamos a explicarte algunos de los beneficios que ofrece.
De acuerdo con el Consejo mexicano de la carne, la carne de cerdo es un ingrediente común en la dieta de los mexicanos por su sabor y versatilidad, pero más allá de ello, es una valiosa fuente de proteínas y aminoácidos esenciales que los seres humanos tienen que obtener de fuentes externas, ya que nuestro cuerpo no los puede sintetizar por sí solo.
Por otra parte, la grasa de cerdo, en cantidades moderadas, constituye una valiosa fuente de energía. De hecho, según un artículo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indica que este alimento contiene grasa monoinsaturada, similar al aceite de oliva, por lo que es más saludable que la contenida en la carne de res o ternera.
Si bien los nutrientes y calorías dependen no solo de la pieza sino de su preparación, de manera general el cerdo nos ofrece proteínas de alto valor biológico y un moderado aporte graso. Por cierto, la parte que menos nos aporta grasa es el lomo que, además, es de fácil digestión.
Por otra parte, este alimento otorga minerales como fósforo, selenio, sodio, zinc, potasio, cobre, hierro y magnesio. Además, proporciona vitaminas B6, B12, tiamina, niacina, riboflavina y ácido pantoténico, que son beneficiosos para el crecimiento y desarrollo saludable de niños y adultos.
La UNAM recuerda que en las décadas de los 60 y 70 se atribuyó a la carne de cerdo un alto riesgo de ser portadora de cisticercos, pero actualmente ya no es común gracias a los protocolos de bioseguridad como la certificación tipo inspección federal (TIF) y las medidas que reducen el riesgo de agentes infecciosos.
Por supuesto no te olvides que todos estos beneficios solo pueden obtenerse si se sigue una dieta equilibrada en donde las frutas y verduras formen la mayor parte de tu dieta y la recomendación es comer carne de cerdo un máximo de tres veces a la semana.
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