La pandemia que actualmente vivimos hará que las fiestas de fin de año se celebren de manera distinta, sin embargo, esta etapa es una excelente oportunidad para voltear a vernos desde fuera, agradecer y pensar más en el concepto de salud integral .
Si bien la alimentación es uno de los pilares más importantes para mantener un buen estado de salud, existen otros hábitos que favorecen nuestro bienestar.
Agradecer
. Sentir y expresar gratitud favorece el bienestar emocional, disminuye el estrés, por tanto, llega a tener beneficios en nuestra salud física.
Perdonar
. El perdón limpia asuntos inconclusos y cierra episodios dolorosos que roban energía, capacidad y afectan el rendimiento personal.
Realizar chequeos médicos constantes.
Generalmente acudimos al médico con el fin de obtener “la cura”, sin embargo, es importante fomentar la cultura de la prevención.
Dormir
. Las investigaciones muestran que la falta de sueño aumenta el riesgo de obesidad, enfermedades cardíacas e infecciones. Se recomienda dormir de 7 a 8 horas diarias.
Intentar cosas nuevas
. Además de evitar el aburrimiento, nos obliga a crecer y a tener retos constantes.
Reír
. La risa genera endorfinas que producen un estado de bienestar que favorece no solo a nuestro estado de ánimo sino también al cardiovascular pues mejora la circulación de la sangre y disminuye nuestra presión arterial.
Ser organizado
. Tener una lista de tareas simplifica nuestra vida, nos ayuda a priorizar, estar tranquilos y sin estrés.
Tener amigos
. Las investigaciones muestran que las personas que tienen una vida social activa suelen ser más longevos y gozar de mejor salud que las personas con pocas conexiones.
Equilibrar las finanzas
. Los problemas financieros provocan estrés y ansiedad. Estar endeudado puede iniciar un círculo vicioso que puede afectar nuestra salud física y mental.
Ser positivo
. Mantener una actitud positiva no solo impacta en nuestro bienestar sino también en el de la gente que nos rodea. Esto tiene beneficios para la salud tanto a nivel fisiológico como psicológico.
Realizar actividad física.
Mantenernos en movimiento (que no necesariamente significa hacer ejercicio) favorece no solo la salud física sino también la emocional.
Beber agua simple
. Los refrescos y las bebidas azucaradas en general aportan el 70% de los azúcares libres en la dieta de los mexicanos, reducir su consumo reduce el riesgo de caries, sobrepeso y obesidad.
Hábito
: Es el resultado de una acción que repites frecuentemente de forma inconsciente. Diversos estudios han demostrado que el llevar a cabo una actividad durante 21 días ayuda a nuestro cerebro a reprogramarse convirtiendo así esta actividad en un hábito.
Un estilo de vida saludable no solo refiere comer sano y hacer ejercicio, también, está conformado por tradiciones, hábitos, conductas y comportamientos que nos llevan a satisfacer nuestras necesidades y así poder alcanzar la salud y promoverla entre nuestros seres queridos.
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