El 1 de junio se celebra el Día Mundial de la Leche, una fecha importante dentro del calendario gastronómico, pues se trata de uno de los alimentos más importantes dentro de la alimentación diaria de millones de personas.
En Menú te presentamos 10 datos curiosos que tal vez no sabías sobre la leche y sus derivados.
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La FAO, la cual es la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, asegura que la leche en el continente americano representa del 12 al 14 por ciento del suministro de energía alimentaria, a través de su contenido de grasas y proteínas.
La leche en polvo conserva las propiedades nutritivas de la leche líquida. Esta se elabora a través de un proceso de deshidratación después de haberse sometido a la pasteurización.
A la leche deslactosada se le añade lactasa, una enzima que rompe la lactosa (el azúcar natural de la leche) convirtiéndola en una bebida más digerible. Durante el proceso no se eliminan azúcares, por lo que la leche aún aporta carbohidratos, solo que se convierten en glucosa y galactosa.
El proceso de pasteurización de la leche consiste en someter el líquido a diferentes temperaturas y tiempos para la destrucción de microorganismos patógenos y así, garantizar su inocuidad sin sacrificar sus propiedades nutritivas.
De acuerdo con el Servicio Nacional De Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina, hay dos tipos de pasteurización, una a baja temperatura por tiempo prolongado, de 63°C durante 30 minutos, y la de alta temperatura y corto tiempo, que es de 72°C durante 15 segundos.
En México la leche está considerada dentro de la canasta básica alimentaria de los mexicanos, debido a que se le considera uno de los alimentos más completos que existen, gracias a su equilibrado aporte de vitaminas, grasas, proteínas y minerales.
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La leche contiene caseína, una proteína que logra ser fluida y soluble gracias a su contenido de micelas. Las micelas son estructuras moleculares que son capaces de reflejar la luz, dando así su característico color blanco a la leche.
Para elaborar un kilo de queso fresco se necesitan alrededor de 10 litros de leche, aunque esto puede variar dependiendo de la técnica que elaboración del queso, así como de la calidad y cantidad de grasas y proteínas de la leche que se use como materia prima. Es por ello, que el queso tiene un costo por peso más elevado que el de la leche.
Diversos estudios antropológicos han determinado que la leche forma parte de la alimentación humana desde hace más de 10,000 años, pues su consumo se desarrolló a la par de la domesticación de animales.
John Wells, profesor de fonética en la Universidad de Londres, estudió grupos de vacas de distintas regiones y determinó que los rebaños desarrollan acento en su mugido, fenómeno que probablemente esté asociado a escuchar a los humanos que conviven con ellas.
Según un estudio de la Universidad St. Andrews de Escocia, que comparó la respuesta de varias bebidas ante el proceso de hidratación del cuerpo, la leche resultó ser más efectiva que el agua. Esto sucede debido a su contenido de lactosa, proteínas y grasas, las cuales retrasan el vaciado de líquido del estómago, reteniendo el agua en el cuerpo y manteniendo la hidratación durante más tiempo.
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