El Secretario de Estado para Asuntos Exteriores y la Mancomunidad de Reino Unido, Dominic Raab, visita hoy México como parte de su primera gira a América del Norte y a pocos días del inicio del gobierno del Primer Ministro Boris Johnson. El objetivo de ambos países es reforzar su asociación para promover el crecimiento sustentable e inclusivo, y dar paso a una nueva etapa en sus relaciones.
A lo largo de casi dos siglos, los vínculos entre México y Reino Unido se han profundizado y multiplicado. Los gobiernos nos entendemos y trabajamos bien juntos, tanto en nuestra agenda bilateral como ante retos globales. No obstante, lo que realmente distingue a la relación es la cercanía y densidad de los contactos entre nuestras sociedades. Lo mejor que puede ocurrirle a dos países es que su importancia mutua sea reconocida en todo el espectro político y que los principales motores de su acercamiento se encuentren en la academia, la cultura, el sector privado y la población en general.
Reino Unido es para nuestro país la primera fuente de visitantes extranjeros entre los países europeos y la tercera a nivel global, con cerca de 600 mil visitantes el año pasado. Las universidades británicas son un destino clave en el extranjero para estudiantes mexicanos de posgrado. Nuestros países, como pocos, han intercambiado lo mejor de su cultura, arte, educación, ciencia, turismo, inversión y comercio.
La relación económica es sólida. La inversión británica ocupa el octavo lugar en México, a través de más de mil 900 empresas. Importantes empresas mexicanas tienen una fuerte presencia en el mercado británico. Coincidimos en la importancia de la responsabilidad social corporativa y ambiental, la innovación y el diseño, y la generación de empleos locales. Existen oportunidades en campos como la infraestructura, energía, tecnología agrícola, y servicios relacionados con la salud y educación. El papel de Reino Unido en el sector financiero es indiscutible, en el mercado mexicano y como plataforma para la internacionalización.
En el comercio hay mayores espacios de crecimiento. Creemos en la apertura y el sistema basado en reglas como motor para la estabilidad, la prosperidad y el desarrollo social.
Ambos gobiernos estamos convencidos de la importancia de contar con un marco legal amplio y cada vez más ambicioso que impulse nuestros intercambios. Actuaremos con este espíritu con las autoridades británicas para mantener la certidumbre en nuestros intercambios, en función del proceso del Brexit.
Contamos también con una agenda de cooperación amplia y en ascenso que se basa en una auténtica asociación e incluye acciones financiadas por ambos países. Se trata de proyectos y programas que se actualizan conforme a nuestras respectivas prioridades, destacando el bienestar social y la inclusión. El Fondo para la Prosperidad y el Fondo Newton han tenido un efecto transformador y creado vínculos duraderos entre instituciones y entre personas. Asimismo, valoramos el respaldo de Reino Unido al Plan de Desarrollo Integral en Centroamérica.
El término de mi gestión como embajador en Londres, en diciembre de 2018, coincidió con momentos de cambio para ambos países. En México tomaba posesión un nuevo gobierno y en Reino Unido avanzaba el proceso hacia su salida de la Unión Europea. Todo ajuste debe llevarse hacia nuevas oportunidades con una visión de largo aliento. Conociendo de primera mano las amplias coincidencias entre ambas sociedades, mi perspectiva sobre el futuro de nuestros vínculos era, y es, de gran optimismo.
Subsecretario de Relaciones Exteriores