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En los últimos años, México ha sido un actor relevante dentro del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre todo a través de la figura de Agustín Carstens, exgobernador del Banco de México (Banxico) y actual gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
A mediados de 2011, el economista originario de la Ciudad de México compitió por el puesto principal del FMI contra Christine Lagarde, entonces ministra francesa de Economía, Finanzas e Industria, quien resultó ganadora del proceso de selección al recibir el apoyo de Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido, Alemania e India.
Sin embargo, la candidatura del también exsecretario de Hacienda fue respaldada por los gobiernos de América Latina, así como España, Canadá y Australia, y estuvo cerca de ser el primer no europeo en ser elegido como jefe del fondo.
Carstens ya había sido subdirector gerente del FMI en 2003, y en 2015 fue elegido por los miembros del Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) para ser su presidente.
Actualmente la cercanía del FMI con México se mantiene, puesto que el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Arturo Herrera, fue compañero de trabajo de Kristalina Georgieva en el Banco Mundial (BM).
A principios de septiembre de 2019, la entonces candidata única a directora gerente del FMI estuvo de visita en la Ciudad de México para participar en una reunión con ministros hacendarios y gobernadores de bancos centrales de Centroamérica, y tuvo como anfitrión al titular de la SHCP.
El Directorio Ejecutivo del FMI eligió el 25 de septiembre a Georgieva como directora gerente del organismo por un periodo de cinco años, en sustitución de Christine Lagarde.