Grand Chelem, el comercializador de autos deportivos y exóticos más importante en América Latina, acaba de ampliar su portafolio de marcas en el país.
Desde 2009, Grand Chelem vende la marca Lamborghini, después incorporó Aston Martin, Caterham, Morgan y Ruf.
Y recientemente agregó a su portafolio las marcas Rimac Automobili, Koenigsegg y la mexicana VUHL.
Martin Josephi, presidente y director general de Grand Chelem, considera que pese a la incertidumbre en el año, hay razones para creer que la venta de este tipo de vehículos crecerá.
“Está madurando mucho el mercado, cada vez es más común ver este segmento en las calles.
“Hace 10 o 15 años era rarísimo ver un Ferrari en la calle, pero ahora vas a Polanco, a la salida a Cuernavaca y es común. No hay un problema de dinero, hay mucha clientela”, aseguró Josephi.
Grand Chelem tiene cuatro agencias; una de Lamborghini en Insurgentes Sur y otra en San Pedro Garza en Monterrey; una de Aston Martin en Polanco, y recientemente abrió la agencia Iconic Broker en Santa Fe, donde comercializan seminuevos y de marcas como BMW y Porsche.
Este año, Grand Chelem cerrará colocando 100 coches nuevos, gracias al lanzamiento de Urus, la reciente camioneta de Lamborghini que impulsó las ventas.
Mientras que en seminuevos comercializarán 120 unidades, 30% más que en 2018.
A partir de este mes también están ofreciendo el superdeportivo mexicano VUHL.
“VUHL es un proyecto muy padre. No son una marca de mucho volumen, estamos considerando vender 30 coches, pero tiene dos ventajas: es un auto muy atractivo para la gente que le gusta ir al Autódromo y es ligero”.
Comprar un vehículo en alguna de las agencias de Grand Chelem es algo único.
Tiene un software en el que el cliente puede configurar su vehículo, tienen muestras de pintura, pieles para interiores, e incluso, acompañan al cliente a conocer la fábrica en Italia o Inglaterra.
“Acompañamos al cliente a la fábrica para que se dé una empapada de la esencia de la marca, y pedimos su configuración con un anticipo, y el tiempo promedio de espera es de tres a cinco meses, sin lista de espera”.
“Pero en marcas exclusivas como Caterham y Koenigsegg, que cuestan arriba de 3 millones de dólares porque se fabrican muy pocos al año, el tiempo de espera es de hasta tres años”, explicó.
En México, la venta de autos deportivos resistía todo tipo de crisis, pero este año lleva una caída de 21.5%, al colocarse sólo 8 mil 272 vehículos.