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Londres. —A pesar de todos los esfuerzos por parte del Ministerio del Exterior de Egipto, la casa Christie's subastó una escultura de piedra de 3 mil años del famoso faraón Tutankamón.
La cabeza del rey realizada en cuarcita rojiza fue rematada por más de 5.9 millones de dólares el jueves por la noche sin escuchar a las autoridades de Egipto, que habían exigido que la casa de subastas entregara los documentos que comprobaban la propiedad de la escultura.
Egipto reclamó los derechos y propiedad de la pieza, de acuerdo con sus leyes previas y actuales.
Ese país argumentó que la pieza, que está en una condición extraordinaria y sólo tiene dañadas las orejas y la nariz, fue “robada” de Egipto aunque se desconoce por quién o cuándo.
“Es una pieza muy bien conocida (...) y nunca fue objeto de reclamación”, manifestó la jefa de Arte y Antigüedades de Londres, Laetitia Delaloye. “Nunca ofreceríamos una pieza con la que haya dudas sobre su procedencia”.
Mientras que Christie's defendió el proceso de venta. Dijo que verificó con “extensiva diligencia” el origen de la escultura y que había ido “más allá de lo requerido para asegurar su título legal”.
Desde junio, el arqueólogo egipcio y exministro de Antigüedades, Zahi Hawass, dijo que la obra “salió de Egipto en los años 1970 porque en esa época otros objetos antiguos de la misma naturaleza fueron robados del templo de Karnak”, en Luxor.
Esta polémica se enmarca en un debate histórico sobre el retorno de las obras de arte a sus países de origen. Egipto exigió tiempo atrás la devolución de objetos sacados por arqueólogos y excursionistas imperiales, como la Piedra Rosetta, exhibida en el Museo Británico.