cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Poner a 20 pesos los boletos para películas mexicanas será una curva de aprendizaje para la industria que intentará encontrar nuevas maneras de incentivar la presencia del público.
Eso dice Fernando de Fuentes, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica, organismo que en septiembre organizará la primera Fiesta del Cine Mexicano.
Del 7 al 13 de septiembre, 800 complejos exhibidores, tanto de las grandes cadenas como Cinépolis y Cinemex, así como regionales y salas independientes, dedicarán una sala a producción nacional.
La boda de Valentina, A ti quería encontrar, Hazlo como hombre, La leyenda del Charro Negro, Cuando los hijos regresan y Sueño en otro idioma son algunos de los 11 títulos a reestrenar, todas con boletos a 20 pesos.
Es un esfuerzo conjunto en el que participa toda la cadena producto; en cada complejo habrá una o dos salas dedicadas a esta fiesta”, comenta De Fuentes.
“De esto vamos a sacar lecciones todos, ver si el costo llama a más espectadores, ver estrategias”, externa.
En lo que va del año, los títulos mexicanos han generado más de 19 millones de boletos, siendo Ya veremos y La boda de Valentina, las más vistas, superando las 3 millones de entradas.
El año pasado, en total, se vendieron 22.5 millones de boletos para cine nacional, 8 millones menos que el alcanzando en 2016.
La Fiesta del Cine Mexicano fue promovido por la Canacine en colaboración con el Instituto Mexicano de Cinematografía.
En la celebración también estará Filmoteca de la UNAM, que programará cintas hechas por el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y Cineteca Nacional, que proyectará clásicos como Dos tipos de cuidado y El lugar sin límites.
“Cada distribuidor eligió las películas para la fiesta, son las que consideraron mejor”, comenta Tábata Vilar, director de la Cámara.
Lo recaudado será destinado para la segunda edición, en el año 2019.
Una parte será distribuida entre los distintos participantes del evento.
Con temblor. La cinta El día de la unión, dirigida por Kuno Becker y que integra la fiesta, donará sus utilidades a una comunidad afectada por los sismos de septiembre pasado.
La historia se ubica durante el terremoto que afectó a la Ciudad de México en 1985, siendo filmada hace dos años; los efectos visuales fueron postergando su estreno.
“Coincide su estreno con este evento y aceptaron que estuviera”, indica Fernando de Fuentes.