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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha hecho mucho por este país, pero como integrantes de ésta, “podemos hacer mucho más” con la unión de los talentos de estudiantes, académicos, investigadores y trabajadores que conforman esta institución que debe ser dirigida por una persona comprometida con la pasión y misión, considera Suemi Rodríguez Romo.
En la segunda ocasión que manifiesta su intención por llegar a ocupar la Rectoría de la UNAM, Rodríguez Romo, quien dirigió la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, considera en entrevista con EL UNIVERSAL que es fundamental que haya condiciones de género y equilibrio entre los distintos componentes de la comunidad universitaria.
Con 55 años de edad, 32 de los cuales se ha desempeñado como profesora y con 21 de experiencia en puestos académico-administrativos, Suemi Rodríguez subraya la importancia de realizar un cambio generacional y de cuadros en el marco del proceso de sucesión en la Rectoría de la UNAM.
Especialista en fisicoquímica, matemáticas aplicadas y cómputo científico, la aspirante a suceder al rector José Narro Robles, considera que quien asuma en noviembre próximo también debe ser una persona política que consolide una unidad concordante.
¿Cuál es el propósito de entrar por segunda ocasión a este proceso?
—La verdad es que he hecho de la UNAM mi vocación de vida. La primera ocasión que me entrevistó la honorable Junta de Gobierno, fue una oportunidad para expresar ideas, puntos de vista, desde una óptica diferente, porque a final de cuentas, siendo yo egresada de una unidad multidisciplinaria y de haber sido directora de esta unidad, inevitablemente se tiene un punto de vista distinto a lo que se tendría en la zona central, en el campus de Ciudad Universitaria. Realmente, después en el ejercicio final de los ocho años que tuve el privilegio de dirigir a la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán, aprendí cosas que después fui a observar y analizar en Alemania en un periodo sabático y que quiero aportar para construir una institución más fuerte.
¿Es el momento para que la UNAM tenga una rectora?
—Por supuesto que sí. Es el momento exacto de tener a la persona correcta, una persona comprometida. Una persona con pasión por la visión y misión de nuestra máxima casa de estudios, y que dadas las condiciones adecuadas para que este perfil se dé, debe haber condiciones de equidad de género y equilibrio de nuestra sociedad, de nuestra comunidad universitaria.
¿Cuáles son las fortalezas y debilidades que ve en la Universidad?
—La Universidad tiene una cantidad enorme de fortalezas. Ha preparado a los cuadros de trabajadores públicos y privados de muchas décadas. Realmente sin la Universidad no se puede concebir el servicio público por décadas. Hemos proporcionado una gran cantidad de investigadores y tenemos una capacidad de difusión cultural enorme, la mejor en el país. Tenemos problemas a veces con la forma en que nos organizamos, con la forma en que buscamos estructurar nuestros proyectos, con la rapidez y dinamismo con lo que lo hacemos. Yo creo que la Universidad puede mejorar mucho, volviéndose un proyecto como el máximo proyecto educativo del país.
¿Cuál es el principal reto de la UNAM?
—Ser un espacio en donde la experiencia académica de todos sus elementos, ya sea estudiantes, trabajadores o académicos sea trascendental. Donde las familias asociadas a estos elementos se sientan tocadas por un proyecto que los trascienda y los haga trascender.
