En 1917, Louis Cartier comienza a trabajar en el prototipo de un reloj que se convertiría en leyenda desde su nacimiento: el Tank de Cartier. Inspirada tanto por el Art Decó como por los tanques de asalto Renault, esta pieza fue entregada, en una primera versión, al general estadounidense John Joseph Pershing entre 1918 y 1919 (las fechas al respecto son confusas), en agradecimiento a su participación en la liberación de Francia. Para el 17 de enero de 1920, ya se habían vendido seis piezas del Tank, conocido como “el reloj de la paz”.
La euforia por este guardatiempo sólo incrementó con el paso de los años, ya que personalidades como Andy Warhol, Yves Saint Laurent, Fred Astaire, Jackie Kennedy, la Princesa Diana de Gales, Michelle Obama o el actual presidente francés Emmanuelle Macron, lo han portado con orgullo y estilo. Hoy, cien años después de su nacimiento, la leyenda continúa.