Un día claro, un viento suave y el impactante horizonte de una exótica playa del Medio Oriente a 320 metros de altura parecería un inusual escenario para un partido de tenis (Foto: EFE)
En 2005, el suizo Roger Federer, el tercer mejor tenista del mundo, y el veterano estadounidense Andre Agassi, aprovecharon un encuentro amistoso para jugar en la cima del hotel Burj Al Arab, en Dubai (Foto: AP)
"Fue una sensación asombrosa jugar allá arriba. En ese momento no sabía el impacto tan grande que iba a tener aquel juego”, dijo Federer casi 10 años después del encuentro (Foto: Reuters)
La azotea de este famoso hotel no se usa realmente como terreno deportivo sino como un helipuerto. En aquella ocasión fue utilizado para el encuentro amistoso, el cual fue aprovechado para impulsar el turismo en Dubai (Foto: Reuters)
Aquel encuentro amistoso ejemplifica perfectamente el visionario plan de las autoridades de Dubai para impulsar y mantener una de las economías más sobresalientes y de mayor crecimiento a nivel mundial (Foto: EFE)
Dubai basó su despegue económico en el petróleo a inicios de los 70's, pero las reservas se terminarían para este 2016, por lo que se trazó un plan para orientar los ingresos del país hacia el turismo (Foto: Reuters)
Actualmente, el emirato depende sólo un 5% de la producción petrolera, y el turismo, la industria inmobiliaria, las telecomunicaciones y las finanzas representan la mayor parte de sus ingresos (Foto: Reuters)
El hotel Burj Al Arab es uno de los mejores ejemplos. Inaugurado oficialmente el 1 de diciembre de 1999, su forma está inspirada en un barco de vela, y fue construido sobre una isla artificial para evitar que su sombra cubriera la playa. (Foto: AP)
Los interiores y la decoración fueron diseñados para mostrar lujo y opulencia en cada detalle. La propia administración cataloga una estadía en este hotel como “un sueño hecho realidad” (Foto: Reuters)