"Los Juegos de México , que inauguraron con brillo de gloria la XIX Olimpiada de la era moderna, y cuya transmisión fue difundida a través de satélite por todo el orbe, captaron la concentrada atención de millones de personas durante quince días.
El Estadio Olímpico , que se equipó con nueva pista y técnicas de operación de lo más moderno hasta la fecha, ofreció un espectáculo que fue del deleite de los amantes de la estética.
El Comité Organizador, dando una prueba de eficiencia y coordinación, pudo presentar con continuidad y precisión, a los millones de espectadores de las tribunas y la televisión, toda la serie de eventos sensacionales que culminaron en la caída de una marca tras otra.
Durante esos quince días, el mundo pudo olvidarse de crimen y corrupción, desórdenes y guerras, noticias que llenan diariamente los periódicos. ¿Qué otro suceso, nos preguntamos, ha podido despertar un interés tan intenso y tan ampliamente difundido? Texto de Avery Brundage, Presidente del Comité Olímpico Internacional, Noviembre de 1969.