Un grupo de vecinos colocó un bello altar en las cercanías de San Camilito, por el rumbo de Garibaldi, para recordar a las víctimas, en su mayoría mariachis, tras el desplome de varios inmuebles de la zona durante los sismos de 1985. Crédito: Col. Villasana-Torres
Una emotiva fotografía en la que se aprecian dos solitarios arreglos florales colocados entre las ruinas del Hospital General para recordar a un ser querido, poco después de los sismos de 1985. Crédito: Col. Villasana-Torres
La gente observa con asombro las enormes estructuras apiladas durante las obras de recolección y retiro de escombros en la calle de Frontera, en la colonia Roma, tras los sismos de 1985. Al fondo se alcanza a ver un edificio con daños estructurales. Crédito: DDF
La estatua de Fray Pedro de Gante, ubicada en la calle del mismo nombre, mudo testigo de la tragedia que se alcanza a ver a sus espaldas: varias construcciones afectadas por los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985, sobre la calle de Venustiano Carranza, en el Centro Histórico. Crédito: Col. Villasana-Torres
Por toda la ciudad se veían este tipo de improvisadas tiendas de campaña, en donde familias enteras de capitalinos sin hogar pasaban días y noches intentando resolver su precaria situación tras los sismos de 1985. Crédito: Col. Villasana-Torres
Un militar impide el paso en la calle de Gutiérrez Nájera tras los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985. Al fondo se aprecian los trabajos de remoción de escombros en un edificio parcialmente derrumbado en la esquina con la Calzada San Antonio Abad, a unos pasos de la estación del mismo nombre. Crédito: "Sismos de 1985. Control de edificaciones." Crédito: DDF
La búsqueda de sobrevivientes se prolongó por varios días y sus respectivas noches; a medida que pasaban las horas, los trabajos se intensificaron pues cada minuto contaba y reducía las posibilidades de encontrar a alguien con vida. La ciudadanía se volcó a las calles para ayudar a los demás y los famosos “topos” jugaron un papel importantísimo en el rescate de varias personas. Crédito: DDF
“Se solicitan costureras competentes” indica una manta colgada en una de las ventanas de un edificio parcialmente derrumbado en la Calzada San Antonio Abad. La tragedia destapó una serie de irregularidades laborales de las que eran objeto un buen número de trabajadoras del ramo textil, conocidas genéricamente como “costureras”. Crédito: DDF
La maquinaría pesada hace su aparición para retirar lo que queda del Hotel Regis y el edificio de Salinas y Rocha tras los sismos de 1985. Un par de meses después, en ese mismo espacio se creó la Plaza de la Solidaridad, cuyo objetivo era honrar la memoria de las personas que perdieron la vida durante la tragedia y que ahora tristemente luce llena de puestos y vendedores ambulantes. Crédito: DDF
Frecuentemente EL UNIVERSAL informaba sobre el estado de un gran número de edificios dañados durante los sismos del 19 y 20 de septiembre de 1985. En este caso, la imagen muestra los severos daños estructurales que sufrió el Hotel del Prado y anunciaba su inminente demolición. La fotografía fue captada en 1986. Crédito: Archivo El Universal