CDMX

La Ciudad en el Tiempo: el histórico Portal de Mercaderes

La Ciudad en el Tiempo nos lleva a un recorrido gráfico por el antiguo Portal de Mercaderes que en su tiempo fue la ventana del mundo, un escaparate abierto a las novedades

Una imagen de finales del siglo XIX en la que figura el antiguo Portal de Mercaderes visto desde la Plaza de la Constitución. Se trata de la esquina de Tlapaleros, hoy 16 de Setiembre y Monterilla, actual Cinco de Febrero, en el sitio que después ocuparía el antiguo Centro Mercantil, hoy Gran Hotel de la Ciudad de México. Destaca el anuncio del famoso Salón de Peter Gay, que poco después se mudaría a la esquina contraria, en la calle de Plateros, hoy Madero. Imagen: Col. Villasana-Torres
Una magnífica toma del antiguo Portal de Mercaderes desde el antiguo Palacio del Ayuntamiento, captada por el conocido fotógrafo Guillermo Kahlo, padre de Frida, alrededor de 1904. En la vista destaca la famosa arquería que caracteriza a este sitio que se conserva hasta la actualidad y que es todo un referente del primer cuadro capitalino. Al fondo se alcanza a ver el Templo de Santo Domingo. Imagen: Col. Villasana-Torres
El Zócalo Capitalino y El Portal de Mercaderes desde lo alto de la Catedral Metropolitana del fotógrafo Guillermo Kahlo a principios del siglo XX. Inmediatamente salta a la vista el bello paisaje que brindan las copas de los frondosos árboles que adornaban a la Plaza de la Constitución. La vista nos permite igualmente apreciar el tamaño del Portal de Mercaderes, de esquina a esquina. Crédito: Col. Villasana-Torres
Una escena cotidiana en el Portal de Mercaderes, a la altura de la prestigiada sombrerería “El Castor”, a finales del siglo XIX. En la toma se pueden apreciar los diversos establecimientos comerciales que dan vida a este sitio, junto con los aparadores, cajas y vitrinas instalados entre cada arco que conforman este emblemático sitio del Centro Histórico. Crédito: Col. Particular
El antiguo Portal de Mercaderes a mediados del siglo XIX, en una de las más antiguas imágenes que se tienen registradas hasta la fecha. La toma fue captada desde lo alto del Palacio Municipal viendo hacia el Templo de Santo Domingo, que sobresale al fondo de la imagen. Llama la atención la diferencia de alineamientos de la calle, pues Empedradillo, actual Monte de Piedad se ve mucho más atrás. Crédito: “La Ciudad de los Palacios . Crónica de un patrimonio perdido”
Una típica escena cotidiana en las inmediaciones del Portal de Mercaderes a principios de los años treinta. Entre otros muchos detalles, resalta en vistoso anuncio de la sombrerería Tardán, uno de los más antiguos negocios de la capital que se conserva hasta nuestros días. Col. Villasana-Torres
Una vista de la calle de Plateros, hoy Madero, desde el Zócalo Capitalino, a finales del siglo XIX. Del lado izquierdo se encuentra el Portal de Mercaderes, donde se aprecia el letrero del bar de Peter Gay, entre una gran cantidad de vistosos anuncios; del lado derecho, la sedería “El Paje; en la esquina de Empedradillo. Col. Villasana -Torres
“Portal de Mercaderes” indica esta tarjeta postal de los años veinte que se vendía con gran éxito en los sitios turísticos, hoteles, restaurantes, estaciones del ferrocarril y correos, a fin de dar a conocer los lugares de interés a los visitantes y como recuerdo de su estadía. Crédito: Col. Villasana-Torres
El largo pasillo del histórico Portal de Mercaderes en una fotografía de 1976. La toma fue realizada muy temprano, poco antes de que la mayoría de negocios abrieran sus puertas. Entre los locales comerciales que se alcanzan a ver, están las típicas joyerías que caracterizan a este sitio hasta nuestros días. Imagen: Col. Villasana-Torres
03/12/2017 |00:01Redacción |
Redacción El Universal
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“En 1524, cuando ni siquiera se había empezado a construir la Catedral, el gobierno de la ciudad se condolió de los mercaderes de la plaza , que se hallaban expuestos, sin ningún abrigo, a las inclemencias del tiempo y mandó que los vecinos de las casas fronteras al palacio virreinal levantaran “unos soportales” en donde los comerciantes encontraran refugio y cobijo.

De ese modo, frente a las residencias de los acaudalados Rodrigo de Castañeda y Rodrigo de Albornoz se alzó la arquería que se conoce desde entonces como Portal de Mercaderes. En 1533, un ejercito de comerciantes se había instalado entre los arcos: al fondo había una serie de negocios establecidos, cederías, sombrererías, tabaquerías y alacenas de libros; del lado de la calle, una multitud de puestos semifijos, en los que se vendían dulces, frutas, juguetes y comida.

En aquella ciudad, aparatada de todo, el Portal era la ventana del mundo, un escaparate abierto a las novedades : ahí se vendió, por ejemplo, el primer par de lentes que hubo en la Ciudad de México. Ahí se establecieron los primeros cajones de libros de la Nueva España.

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José María Marroqui relata que, desde su fundación, el Portal pasó los tres siglos siguientes convertido en un verdadero hormiguero humano, “hasta el punto de verse detenidas las personas, no poco tiempo sin dar un paso”. La gente se volcaba en aquel paisaje de once de la mañana a la una de la tarde, para mirar los productos recién traídos por las “Naos”. Regresaba al caer de la noche, para revolotear, a la luz de las lámparas, alrededor de las mesillas de dulces y las alacenas de frioleras; para ser corrillos, en los que se discutían arduamente los asuntos palpitantes de la política nacional”. Fragmento extraído de: “La sala de estar de la Ciudad”, de Héctor de Mauleón, publicado por EL UNIVERSAL el 27 de febrero de 2012