CDMX

La Ciudad en el Tiempo: Bosque de Chapultepec cumple 110 años

La Ciudad en el Tiempo nos lleva por un recorrido gráfico por el Bosque de Chapultepec que está cumpliendo 110 años de existencia

Una postal de las primeras décadas del siglo XX donde se aprecia la Calzada de los Poetas, en el Bosque de Chapultepec. La vegetación y los paseantes que apenas se distinguen a lo lejos le dan a esta toma un ambiente muy peculiar que se puede apreciar hasta nuestros días en los rincones del bosque, inaugurado al público en 1907. Imagen: Col. Villasana-Torres
"En cada hoja de sus ahuehuetes, palpita el recuerdo de nuestras glorias, la memoria de nuestras hazañas y el valor de nuestros antepasados. Los senderos se han transformado en airosas y magníficas avenidas que compiten con las mejores de los parques europeos. "Crédito texto e imagen: "México a la vista. Álbum de fotografías inéditas" 1907
Una postal de los años treinta en a que figuran los leones de bronce que se encuentran en la entrada principal del Bosque de Chapultepec. Estas esculturas fueron creadas por el escultor francés Georges Gardet, e inicialmente se colocarían en la escalinata del Palacio Legislativo porfiriano, que finalmente no se concluyó y que ahora es el Monumento a la Revolución. En 1921 se colocaron en el acceso al Bosque, en la llamada Puerta de los Leones, a un costado del Paseo de la Reforma. Imagen: Col. Villasana-Torres
Una tarjeta postal de los años treinta en la que se aprecia el ambiente que reinaba en las inmediaciones de la estación estilo Art Déco del antiguo Ferrocarril Escénico de Chapultepec. La construcción, obra del arquitecto José Gómez Echeverría, se mantiene en pie hasta la actualidad, aunque con otro giro. Imagen: Col. Villasana-Torres
Una escena cotidiana en los alrededores de la Fuente de las Ranas, cuando se encontraba en el cruce del Paseo del Bosque y la Gran Avenida, en una postal de los años cuarenta. Esta pila fue colocada en el Bosque de Chapultepec a inicios de los años veinte y está integrada por siete ranas de porcelana verde y gris, y en el centro, una tortuga sosteniendo a un pato que lanza un chorro de agua. Esta fuente se conserva hasta la actualidad, aunque emplezada de su ubicación original. Imagen: Col. Villasana-Torres
Una postal de la Compañía Industrial Fotográfica, CIF, de los años veinte, en la que se aprecia el célebre Café Chapultepec, conocido punto de reunión de la aristocracia e intelectuales de toda una época, hoy desaparecido, enclavado en el corazón del Bosque de Chapultepec. Crédito: Col. Villasana-Torres
Una postal publicitaria de principios del siglo XX en la que se aprecia a los distinguidos clientes que acudían a la terraza al aire libre del famoso Café Chapultepec. Hoy en su lugar se encuentra el Museo de Arte Moderno; al fondo destaca el Castillo de Chapultepec. Imagen: Col. Villasana-Torres
La Tribuna Monumental de Chapultepec, construida a inicios del siglo pasado por Nicolás Mariscal en una postal de la Compañía Industrial Fotográfica de los años veinte. Esta obra realizada en cantera gris, blanca, rosa y crema fue restaurada en el año de 1972, reponiendo varios sillares ya dañados. En la actualidad se mantiene en pie y es un monumento a los integrantes del Escuadrón 201. Imagen: Col. Villasana-Torres
Un grupo de caballeros de traje rodean con sus brazos extendidos el ahuehuete conocido como "El Sargento" del Bosque de Chapultepec en una fotografía de los años treinta. Del lado izquierdo se asoma parcialmente la Tribuna Monumental de Chapultepec, construida a inicios del siglo pasado por Nicolás Mariscal. Imagen: Col. Villasana-Torres
El Lago de Chapultepec en una postal cercana a los años veinte. Al fondo se encuentra la Casa del Lago, inmueble que fue inaugurado en 1908 como sede del Automóvil Club, y luego de varios usos, en 1959 se convirtió en centro cultural. Imagen: Col. Villasana-Torres
28/10/2017 |23:00Redacción |
Redacción El Universal
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“Porfirio Díaz

abrió

el Bosque de Chapultepec al público en octubre de 1907 . Los sábados y domingos, una línea de tranvías que llegaba hasta el tramo final del Paseo de la Reforma arrojaba familias provistas de sombrillas y cestos llenos de sándwiches, que se derramaban en las callecillas “donde las frondas se entrelazaban formando bóvedas”, que el ministro Limantour, presidente de la Junta de Mejoras del Parque, había creado.

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Don Porfirio había decidido convertir “el querido bosque del pasado”, como le llamaba el cronista Salvador Novo, en un parque a toda regla. Hizo construir calzadillas y banquetas para los peatones y mandó plantar 50 mil fresnos y truenos. Pobló el bosque con fuentes y esculturas. Construyó quioscos, dos lagos ingenuos y artificiales, y varios embarcaderos. Fragmento extraído de “El Bosque del Pasado”, escrito por Héctor de Mauleón, para EL UNIVERSAL el 18 de marzo de 2013.