Más Información
“Sucede frecuentemente que aquellos que han nacido y vivido en el seno de las ciudades, sean aquellos que menos las conozcan en detalle. Y el hecho se explica con facilidad, pues ellos no sienten las curiosidades concretas del que viene de fuera y que viene con la intención de “ver” tales y cuales monumentos y establecimientos.
Pero hay ciudades en que tal fenómeno se observa con mayor claridad, y entre esas ciudades, está la nuestra, cuyos habitantes se conforman con conocer las exterioridades, y no se preocupan para nada por conocer más detalladamente las curiosidades que la metrópoli encierra.
Lo propio sucede con nuestro Museo Nacional , que solemos abandonar a la curiosidad de los turistas americanos y de los “payos” que visitan el museo con deleite y guardan siempre buenos recuerdos de la ciudad. Porque –sabedlo, señores metropolitanos, una visita al Museo Nacional es altamente interesante, y mayor será el gusto que proporcione, mientras mayor sea la ilustración del visitante.
Tres son las secciones principales en que se divide el Museo Nacional: Arqueología, Historia de México e Historia Natural , y las tres se enriquecen día a día con los donativos de particulares y las adquisiciones del Gobierno”. Fragmento extraído del artículo “El Museo Nacional”, publicado el domingo 28 de enero de 1900, en “El Mundo Ilustrado”.