Llegó el día más anhelado para Tultepec , el pueblo que pide fuego y se enfrenta a la quema de toros pirotécnicos.

Como cada 8 de marzo, miles de valientes se dan cita en los terrenos de la Feria Nacional de la Pirotecnia para saltar y correr tras los monumentales toros con fuegos artificiales.

La fiesta inicia con una procesión, cerca de 400 toros realizan un recorrido por las calles del pueblo, donde rinden su ofrenda a San Juan de Dios, el santo patrono de los pirotécnicos, un oficio común en este poblado.

Mientras cae la noche, la gente pone alegría al recorrido, con música regional en vivo y el grito de ¡vuelta, vuelta!

Los verdaderos artesanos de la pólvora se encomiendan a él cada mañana antes de comenzar a trabajar, como Don David, quien desde los talleres de “La Saucera” nos cuenta que aquí sí hay miedo y respeto a los materiales con los que se elabora el explosivo, pues saben de los riesgos que conlleva su trabajo.

A pesar del peligro, los curiosos y valientes se enfrentan a la quema de toros que deja decenas de heridos con quemaduras leves, incendios controlados e incidentes menores.

Todo comienza aproximadamente un mes atrás con la elaboración y diseño. Cada toro tiene su nombre e historia, la estructura de herrería es lo que cada año recibe un atuendo nuevo, con materiales simples, miles de capas de papel cartón y engrudo, van dando forma a la figura del personaje principal.

Luego con la pintura, llegan los detalles finales, cada año la temática de los toros, puede variar desde Huicholes hasta luchadores.

Desde su taller familiar de cartonería, Francisco Cortez, mejor conocido "Chavito", asegura que en Tultepec hay mucho talento en diseño de toros y que eso es lo que llama a venir a la gente de todos lados al “carnaval”.

Esta tradición va de generación en generación, chicos y grandes trabajan a marchas forzadas para el día del carnaval, incluso los más jóvenes que ya no se dedican a la pirotecnia.

“Vengan a cotorrear un rato, a disfrutar del paseo de toros, para que vean que es una tradición sana. Muchas veces hablan mal de la pirotecnia, a veces hasta la satanizan”, expresa.

Como Daniela Urban, y su grupo de amigos, que crearon a "Emperador" , en cada edición desde hace 7 años sacan con orgullo a su innovador toro, con el único fin de pertenecer y seguir la tradición.

La devoción es tan grande, que los pobladores no escatiman en los gastos, se estima que cada toro puede llegar a gastar hasta los 30 mil pesos.

El orgullo de pertenecer a Tultepec y ser parte de la tradición vence miedos y une a un pueblo que, a pesar de las tragedias con la pirotecnia, todos los días se encomienda al santo patrono San Juan de Dios .

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