La presa Benito Juárez, en Jalapa del Marqués, quedó vacía por la sequía que azota al Itsmo de Tehuantepec.
Afecta a más de mil personas que viven de la pesca, del campo y la ganadería.
Sin embargo, esto ha permitido explotar turísticamente la iglesia de Asunción de María.
En 1962, con la edificación de la presa, el monasterio dominico del siglo XVI fue inundado.
La construcción zapoteca se mantiene en pie, a pesar de estar bajo el agua.
Era el centro mercantil más importante de Jalapa del Marqués en la época colonial.
Desde que el agua de la presa descendió, los turistas comenzaron a llegar.