“Pau ya ha probado de todo”
María Paula Acevedo Cardos es una pequeña de tan sólo cinco años de edad que fue diagnosticada con epilepsia refractaria que le ocasionan hasta 250 convulsiones diarias. Foto: Lorenzo Hernández
Ante esto, los médicos se han visto obligados a aplicarle medicamentos muy fuertes que disminuyen esos síntomas, pero que están deteriorando rápidamente su vida. Foto: Lorenzo Hernández
la familia de la menor pide al sector salud que los ayude a acceder al cannabidiol, el aceite derivado de la cannabis (mariguana). Foto: Lorenzo Hernández
Ambos padres saben que se trata de algo novedoso, pero aun así asumirán el riesgo. “Es eso o nada, Pau ya ha probado de todo”, concluyeron. Foto: Lorenzo Hernández
Reynold busca la cura para una rara enfermedad
En toda Latinoamérica no hay un especialista que pueda atender la enfermedad de su único hijo, y deben ser ellos, los padres de Reynold Nava Alvarado, quienes tienen que dar información científica a los doctores. Foto: Emilio Vásquez
En el sector público de salud les han aconsejado que ya sólo esperen el desenlace fatal. Foto: Emilio Vásquez
Pero Mirna Alvarado y su esposo Mario Nava no aceptan ese veredicto y con el apoyo de familiares y amistades siguen buscando alternativas, por lo que ahora esperan que se les permita el uso del aceite de cannabis (mariguana), pues saben que esa sustancia ha dado buenos resultados en otros casos. Foto: Emilio Vásquez
Erick perdió un riñón; buscaban cura
Luis Santiago y Kenia Hernández son los padres de Erick Santiago, de 14 años de edad, quien padece el síndrome de Lennox-Gastaut, caracterizado por ataques epilépticos severos. Foto César Gómez
A raíz del caso de Grace, que tiene el mismo padecimiento, Luis y Kenia ven en el cannabidiol una opción que ayudaría a detener el proceso degenerativo de la enfermedad. Foto César Gómez
En México el sector salud privado no acepta algunos protocolos para atender a este tipo de pacientes, por lo que lo llevaron “a rehabilitación a Cuba y Filadelfia, pero eso tuvo complicaciones, pues llegó a perder un riñón”, explica Luis. Foto César Gómez
Mamá de Icker planea ir a EU por la medicina
Curioso, coge un puño de tierra y lo lleva a su boca, luego corre entre las sillas de Las Gorditas de la 16, el negocio de su abuela paterna, mientras un casco protege su cabeza. Foto Xóchitl Álvarez
Icker “lucha mucho, quiere ser un niño normal”, pero los 100 episodios diarios de epilepsia que le provoca el síndrome de Lennox-Gastaut, se lo impiden. Foto Xóchitl Álvarez
Damara Betsaí, mamá de Icker, dice estar dispuesta a ir a donde sea para conseguir el cannabidiol, que es la esperanza para que su hijo de tres años de edad salga adelante. Foto Xóchitl Álvarez