Pocos pueden hacer stop motion en el mundo. Y no es por calidad o falta de creatividad, sino porque implica que por cada segundo de acción, se tenga que mover el títere utilizado 24 ocasiones, así sea un milímetro.
El propio Guillermo del Toro ha reconocido que la paciencia no es lo suyo, así que admira a varios artistas mexicanos, que sí tienen la calma para hacerlo.