Dicen que en este pueblo uno puede tocar el cielo. Es domingo y la atención de la gente está en el mercado del pueblo. En medio de los puestos de verduras, comida y utensilios diversos, saltan a la vista esas figuras que han hecho famoso a este pueblo: los tenangos.
Están en las puertas y paredes de casas, en los muros de las instancias de gobierno, en toda la fachada del palacio municipal. La alegría que despliegan esas formas y colores contrastan con los relatos que comparten los artesanos que venden sus productos en el mercado.
Las estafas y la piratería de sus diseños parecen estar a la orden del día. En la imagen, Adalberto Flores Gómez, que junto con su esposa Angélica Martínez están en litigio con la empresa Nestlé México, a quien acusan de plagiar y comercializar con sus dibujos.
"Me di cuenta porque fuimos a Aurrerá y vimos las tazas con chocolates Abuelita; venían dibujos de Chiapas, de Oaxaca y nuestros tenangos", narra.
Entre los diseños que ellos reclaman como suyos están un venado, un colibrí y un armadillo en colores. Consultado por EL UNIVERSAL sobre el caso, Nestlé México negó categóricamente que haya reproducido indebidamente la obra de algún autor o comunidad de artesanos mexicanos.
Los artesanos dicen que todo este proceso no ha sido fácil, pero aseguran que seguirán adelante porque quieren defender lo que es suyo.
El abogado González Ortiz reconoce que, hasta ahora, no ha prosperado ninguna denuncia de este tipo, como la que lleva ahora contra Nestlé, pero indica que tanto este caso, como el de Mango, debería ser una prueba para que las instituciones "pongan en práctica su sensibilidad y pericia".