Los talleres de Uriarte Talavera, fábrica de talavera establecida desde 1824 en Puebla, están por cumplir 200 años de vida.
En su edificio original, una casona del siglo XVIII con fachada decorada con azulejos en pleno centro de Puebla, las manos de artesanos y diversos trabajadores mantienen vivo el arte de crear piezas de talavera.
De este taller salen desde simples utensilios de cocina y azulejos hasta lujosas vajillas, objetos decorativos y piezas de arte.
En la actualidad, esta fábrica que comenzó como un taller familiar es dirigida por empresarios poblanos, quienes rumbo a su segundo centenario han comenzado a buscar nuevos mercados y a apostar por la innovación sin modificar su proceso de producción artesanal.
A 193 años de que comenzó a funcionar este taller, los actuales dueños tienen claro que uno de los mayores retos es promover este oficio que, como sucede en la mayoría de las tradiciones artesanales, ya no interesa a los jóvenes.
Por eso, uno de los proyectos que planean rumbo a sus 200 años es crear una escuela técnica en una casa contigua a la fábrica para capacitar a las personas interesadas en este oficio.
El proceso de trabajo de las obras es detallado y minucioso. Debe cumplir con las normas que exige el Consejo Regulador de Talavera, el cual supervisa que las piezas sean creadas de acuerdo a las ordenanzas que se utilizaban en la época de la Colonia.
Considerada como una de las fábricas más antiguas y de referencia en su tipo, Uriarte Talavera busca conservar esa tradición artesanal, así como incorporar nuevos diseños y formas con la colaboración de artistas y diseñadores contemporáneos.