Rescatan el juego de pelota prehispánico
Un grupo de jóvenes de Chiapas, Sonora, Tabasco, Yucatán, Tlaxcala, Veracruz, Quintana Roo y Belice se reunió en Teotihuacán para celebrar el segundo campeonato nacional de Juego de Pelota FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
El ulama es la variante más cercana al juego de pelota prehispánico. Se realiza con bolas que pesan entre 3 y 4 kilos FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
Redacción
Su práctica se ha mantenido en estados del norte del país, principalmente Sonora y Sinaloa, en esta entidad hay variantes de cadera, mazo y antebrazo y el juego fue declarado patrimonio Cultural Intangible del estado en 2010 FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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Los equipos se enfrentaron en el “taste” (cancha) improvisada sobre un campo de futbol cercano a las pirámides. Se realizó un ritual para bendecir las pelotas de hule FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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José Lizárraga y Armando Osorio han logrado realizar dos torneos, el primero en Quintana Roo y ahora en Teotihuacán, pero el camino no ha sido fácil, pues además de lo complicado de atraer a jóvenes a un deporte casi desconocido, enfrentan la falta de apoyos, el desdén de las instituciones y hasta la carencia de las pelotas de hule FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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La principal complejidad de este juego es el peso de la pelota (de 3 a 4 kilos), pues un mal golpe en el estómago o en otra parte del cuerpo puede causar hematomas. Para amortiguar el golpe en las caderas los jugadores se protegen con fajas de piel y vendas FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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El juego de pelota tiene una historia de unos tres mil 500 años, estuvo presente en diversas culturas mesoamericanas vinculado a un tema identitario, a la idea de defender el honor del pueblo o la comunidad FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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Llegó a practicarse incluso hasta los territorios actuales de Arizona, pero la forma original de juego y su objetivo sigue siendo un misterio FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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Especialistas señalan que no hay pruebas antropológicas de que hubiera canibalismo o que los perdedores fueran sacrificados FOTO: ALEJANDRA LEYVA / EL UNIVERSAL
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