"Leonora Carrington caminaba viendo hacia abajo para no pisar una hormiga. Con sus obras era estricta: no permitía que nadie metiera mano en ellas, resolvía todos los bocetos", recuerda su amigo Isaac Masri. Foto: Cortesía Fundacion Leonora Carrington
Artes visuales| 14/03/201719:05 |Redacción | Actualizada 19:05
La escultura "Cocodrilo", en Paseo de la Reforma, es una de las piezas en espacios públicos que dan a las personas la oportunidad de conocer la obra de Leonora Carrington. Foto: German Espinosa / EL UNIVERSAL
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El mural "El mundo de los Mayas" es otra pieza que permite al público adentrarse en la obra plástica de la artista. Foto: German Espinosa / EL UNIVERSAL
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Pero escultura y pintura no fueron los únicos caminos en los que experimentó la artista inglesa nacida hace un siglo. Foto: German Espinosa / EL UNIVERSAL