El edificio se asentó cerca de la estación Buenavista del ferrocarril. En aquel rumbo, todavía conocido por la gente como el Chopo, debido a que antiguamente había sido territorio de los ranchos El Chopo, San Rafael, El Cebollón, San Cosme y la Horca, se levantó el edificio al que pronto se le identificó como "el palacio de cristal".