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Juchitán.— Los integrantes de Bienes Comunales de San Miguel Chimalapa, en el sur del estado, hicieron un llamado a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que, en la zona de La Cristalina —agencia de San Miguel Chimalapas, en los límites con Chiapas—, los derechos humanos y el territorio de los zoques sean respetados por la minera canadiense Minaurum Gold Inc.
Desde hace cuatro años, la empresa extranjera ha intentando fallidamente realizar labores en la zona; sin embargo, en las últimas semanas volvió a tener presencia entre los comuneros zoques de La Cristalina. La minera insiste en lograr la explotación de oro, cobre y plata en una extensión de mil 499 hectáreas de selva baja caducifolia, subcaducifolia y selva mediana.
Esperanza minera. A decir del Comité en Defensa de Los Chimalapas, el proyecto de exploración por 50 años de la empresa Minaurum Gold Inc. revive por dos razones: el mensaje que envió el nuevo gobierno federal de apoyar la inversión minera y empresas canadienses, así como los conflictos internos en San Miguel Chimalapas, que mantienen en confrontación a los comuneros.
“El gobierno de López Obrador apoya totalmente la inversión minera y empresas canadienses (...) Creo que en la región tienen esperanzas, por eso insisten, afortunadamente en la agencia de Benito Juárez se les frenó el inicio de los trabajos, pero van a empezar a comprar a los seudo líderes para entrar”, comentó Miguel Ángel Aguirre, delegado regional del Comité.
La canadiense Minaurum Gold Inc. le compró a la empresa Minera Zalamera S.A. de C.V. desde 2015 el título de exploración minera número 225472, que llevaba el nombre de “Jackita” con una extensión de mil 499.8829 hectáreas, ubicado entre La Cristalina y Santo Domingo Zanatepec, además compró a la misma empresa el lote “Mar de Cobre” con el título 231753 por 5 mil 610.4665 hectáreas, también ubicado en Zanatepec. Ambos lotes lo fusionó y creó el proyecto Santa Marta, por una extensión total de 7 mil 109 hectáreas.
Desde hace cuatro años ha insistido en realizar los trabajos de exploración, pero los comuneros —los mismos que pelean la defensa del territorio chima de la invasión de los chiapanecos—, se han opuesto a los trabajos y la creación de una mina a cielo abierto, a ellos se han sumado los ejidatarios de Zanatepec, productores de mando de Ixhuatán y campesinos de Tapanatepec.
No es el único. Doce proyectos mineros parados, localizados en el Istmo, aparecen en los archivos de la Dirección General de Minas (DGM) de la Secretaría de Economía del gobierno federal. El título más antiguo de exploración minera aparece marcado con el año 2005, entre los 12 se concesionaron 65 mil 805 hectáreas de tierras a empresas canadienses y mexicanas. Actualmente, sólo seis proyectos tienen vigentes sus concesiones, entre ellos los ubicados en Los Chimalapas.
