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Chilpancingo.— En Zihuatanejo, en la Costa Grande de Guerrero, el transporte público se encuentra suspendido parcialmente, algunas escuelas cancelaron clases y casi todas las tortillerías cerraron por amenazas del crimen organizado.
Ayer, hombres armados quemaron un depósito de cervezas en la colonia Morelos, sin que se registraran víctimas. Y a pesar de que la Secretaría de Seguridad Pública Estatal anunció que reforzaría los operativos en el municipio, el temor imperó.
Desde muy temprano, casi las 50 tortillerías del puerto comenzaron a bajar sus cortinas, sin avisar a los consumidores.
Un empresario de Zihuatanejo, quien pidió omitir su nombre, detalló que los dueños de tortillerías comenzaron a recibir mensajes y llamadas telefónicas exigiéndoles un pago a cambio de no quemar sus locales. El empresario relató que esta nueva crisis de violencia comenzó el lunes, cuando quemaron un taxi, y al día siguiente una Urvan, lo que generó que varios transportistas suspendieran el servicio desde el miércoles.
El cierre de las tortillerías provocó un desconcierto entre los pobladores, quienes exhibieron en redes sociales el caos que se vivió, con imágenes de las largas filas en las pocas tortillerías que abrieron y los tumultos en tiendas de autoservicio.
También la inseguridad impactó al sector educativo, pues algunas escuelas comenzaron a suspender clases por la violencia. El Conalep 27 anunció que a partir de las 2:00 de la tarde se suspendían las clases presenciales hasta el próximo lunes.
Los empresarios locales denunciaron que, además, circularon amenazas a ciudadanos para que no salgan a la calles después de las 7:00 de la noche, para evitar ser agredidos.
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