Desde Jerez, Zacatecas, nos cuentan que en el tema de los desplazados por la violencia, la mata sigue dando para mal, pues hay quienes dicen que no hay santo que los ampare ni político que resuelva, debido a que las víctimas tuvieron que protestar en la Ciudad de México, para que el gobernador David Monreal (Morena) finalmente se sentara a escucharlos y visitara Jerez. Lo grave, nos explican, es que mientras ellos padecen, los funcionarios sólo presumen sus “buenas intenciones”, como don David, quien dijo que ahora sí tiene un plan para regresar la paz, pero no dijo para cuándo ni cómo, pero eso sí, no se olvidó de tomar fotos para el face. Igualito, nos añaden, ocurre con el músico y diputado federal Marco Flores (Morena), quien convocó a sus paisanos a “levantarse en armas”, pero hoy anda más preocupado dando conciertos.
De vidrios rotos y justicia
Nos cuentan que en Baja California Sur el subsecretario general de Gobierno, Omar Zavala (Morena), está en la mira de activistas feministas, al criticar las protestas del pasado 8M en la entidad, las cuales terminaron con pintas y un cristal roto en las oficinas del Palacio de Gobierno, lo que no pasó desapercibido, pues a días de lo ocurrido no descartó interponer denuncias por los destrozos. Pero más tardó en dolerse por el vidrio roto, nos señalan, que las activistas en revirarle y pedirle resultados “en forma” frente a las más de 4 mil denuncias por violencia familiar del año pasado en la entidad y la revictimización que se da en el Centro de Justicia para Mujeres, que tiene rezagos en cientos de expedientes por maltrato, violación, abuso y otros delitos. ¡Auch!
Deuda pendiente en la BUAP
Desde la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, nos explican que el caso del profesor Alberto Carrillo, quien fue exhibido en un audio calificando de “locas” a las activistas feministas, destapa sólo la punta del iceberg de un entramado de acosadores tolerados con conocimiento de causa al interior de la Escuela de Artes Plásticas y Escénicas. Desde el pasado 2020, nos recuerdan, decenas de alumnas exhibieron a numerosos profesores de la escuela y revelaron que la entonces directora Eloísa Sheng-li Chilián presuntamente encubría a los violentadores, descalificando la protesta e intimidando a las denunciantes, siendo así un conflicto que heredó el ahora exrector Alfonso Esparza a su sucesora Lilia Cedillo. Ya veremos si la defensa de las mujeres que prometió la rectora es real o sólo era para la campaña.