Miami.- “Yo envío ahora 350 dólares a mi familia en México, pero a veces envío solo 250. Lo hago cada 15 días casi siempre, pero si de repente hay chanza, cada semana, según”, dice a EL UNIVERSAL Julio Solís, originario de Celaya, Guanajuato , y quien hace envíos de dinero a su familia desde hace 18 años que llegó a Estados Unidos. “Los primeros años mandaba como 100 o 150, pero pues uno va mejorando y también te suben el sueldo y así”.
Julio es uno de los millones de migrantes mexicanos que con su trabajo y esfuerzo enviaron a México más de 50 mil millones de dólares en remesas durante 2021, cifra récord. “Yo no me fijo en eso [de si se rompió una cifra récord] y ni creo que los demás se fijen, yo mando porque mi familia necesita y ahorita con esto de la pandemia en México se puso muy mal todo. Aquí [en Estados Unidos] el gobierno ayudó y los sueldos han subido, pero en México, nombre, el gobierno está para llorar según me cuentan y pues con más ganas le tenemos que entrar al quite”.
“El dinero que le envío a mi familia es para pagar la renta, algunos servicios y esas cosas, que puedan comer, claro. Pero además útiles escolares para que los sobrinos se ayuden un poco y a veces, pues que salgan si se puede o ahorren un poco”, explica.
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De acuerdo con estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en ingles), los cruces de mexicanos hacia Estados Unidos disminuyeron entre 2008 y 2009 por la crisis hipotecaria, la abundancia del sueño americano desapareció y ya no era tan atractivo. Muchos paisanos comenzaron a regresar a México también para potencializar sus ahorros. La presencia mexicana disminuyó. Una década después, las estadísticas de la CBP muestran que desde 2019 los migrantes mexicanos decidieron volver en mayor volumen a Estados Unidos.
De acuerdo con cifras oficiales de la misma Oficina, de 2019 a 2020 el cruce de mexicanos se incrementó 26% y de 2020 a 2021 18% más.
Huyen de la violencia
Las razones más mencionadas por decenas de paisanos recién llegados a Los Ángeles, California, para irse de México y buscar refugio y un mejor futuro en Estados Unidos es la violencia desatada en todo el país y la pobreza que cada día se vive más. “Yo hablo con ellos -migrantes mexicanos- todos los días, con y sin papeles, especialmente los recién llegados y todos sin excepción están muy asustados de lo que está pasando en México y muy tristes, ya te imaginarás, lo poquito que tenían lo perdieron por culpa de la violencia desatada que se vive allá o porque no tienen trabajo ni qué comer” explica Francisco Moreno , presidente del Consejo de Federaciones Mexicanas ( COFEM ) en Los Ángeles y originario de Michoacán .
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“En mi entender, después de platicar con tantos paisanos que se acercan a COFEM para distintas cosas y necesidades, te puedo decir que las razones por las cuales está llegando más dinero a México -vía remesas-, es porque con los aumentos de sueldo nuestra gente está sintiendo que está ganando más y esa es una de las razones por las cuales se está enviando más dinero. Pero además hay que tomar en cuenta que desde hace un año por lo menos o dos, somos bastantes más mexicanos de acá de este lado”.
Este 2022 inició con un incremento salarial en 21 de los 50 estados de la Unión Americana y 35 municipios de otros estados. Por ejemplo, en Illinois aumentó de $11 a $12 dólares la hora. En Virginia de $9.50 a $11 dólares. En Delaware de $9.25 a 10.50 la hora. New Jersey de $12 a $13 dólares; entre otros. Pero la cereza del pastel, California, que este 2022 paga ya $15 dólares la hora, igualando a Nueva York.
Recordó que en Estados Unidos, el gobierno otorga ayudas para quienes “se quedaron sin empleo, sin casa, sin su renta... No dudo que parte de ese dinero haya sido enviado individualmente a familias mexicanas”.
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Moreno explica que lo que le cuentan los paisanos es que el dinero que envían “es para pagar la renta, los servicios [agua, luz, drenaje, etc.], el [impuesto] predial, comida por supuesto, uniformes para los niños y sus útiles, de repente algún gustito personal también se vale, ¿no? Y en algunos casos también para seguir pagando un terrenito o para construir una casita”.
Guillermo Gómez
, licenciado en Ciencias de la Comunicación, explica a este diario que él vive en Tucson, Arizona , y trabaja en un Walmart. “Lo hago más que nada para ayudar a mi mamá y a mi abuela con algo de dinero que les mando cada 15 días más o menos; les mando generalmente 300 [dólares] y cuando puedo 400”.
Asegura que “me crie y crecí entre Ciudad Juárez -Chihuahua- y Tijuana -Baja California-, pero qué crees, nací en Los Ángeles -California-; soy ciudadano estadounidense pero también envío dinero a Tijuana y a Ciudad Juárez. Yo creo que hay muchos méxico-americanos que hacen lo mismo que yo. Porque además también soy mexicano y eso me hace de alguna manera también migrante”.
Gómez detalla que compañeros y amigos que llegaron a Estados Unidos de México comentan que salieron huyendo “de la violencia que hay por todas partes”. Con las historias de narcoasesinatos, desaparecidos que le cuentan, añade, “yo también dejaría todo y me vendría a Estados Unidos y desde aquí ayudaría a mi familia”.