El Paso, Texas.— Sin dinero, cansados de dormir en la calle, de las extorsiones que son víctimas por parte de diversas corporaciones policiacas mexicanas para no entregarlos a las autoridades migratorias y de huir de bandas criminales que los acechan, algunos migrantes provenientes de países de Sudamérica optan como último recurso entregarse por la puerta 36 del muro fronterizo entre Estados Unidos y México con la esperanza de calificar para asilo.

Pero escasamente 10% consigue una cita con el juez de migración, 90% son procesados y expulsados casi de forma inmediata bajo el Título 42 por algunas de las fronteras.

La mañana del pasado 17 de abril, un grupo de migrantes de Venezuela, Colombia y Brasil, entre ellos familias con niños y dos menores no acompañados, cruzaron las peligrosas concertinas de navajas que utilizan autoridades estadounidenses para contener manifestaciones masivas y avalanchas multitudinarias de extranjeros en la frontera de Ciudad Juárez.

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Con incertidumbre, se acercaron lentamente hasta la puerta 36 para solicitar asilo.

En el grupo se encontraba el venezolano Jefferson Romero, de 32 años de edad, quien presenta una discapacidad en su pierna derecha, y su hermano Harrison, quienes desde hace cuatro meses abandonaron su país en busca de una vida mejor para su familia.

¿Por qué te entregaste a la Patrulla Fronteriza?

Jefferson entrecierra los ojos y toma una bocanada de aire y responde con tristeza: “Ya estoy cansado de pasar necesidades por querer entrar a Estados Unidos, quiero entrar o que me manden a mi país, porque estoy cansado de este viaje, de todo lo que he sufrido”.

Y dice: “Llevo tres meses viviendo en las calles de Ciudad Juárez, pasando hambre y pidiendo dinero, ya que no consigo empleo por mi discapacidad y, por ello, tomamos la decisión de entregarnos a oficiales de la Patrulla Fronteriza en la puerta 36”.

Jefferson, quien se apoya de dos muletas para poder desplazarse con dificultad, cuenta a EL UNIVERSAL: “Dejé tres hijos en Venezuela de 15, 12 y siete años y para llegar hasta la frontera sur de Estados Unidos pasé por Colombia, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México. Este último fue más difícil por la corrupción de las corporaciones policiacas que nos extorsionan para dejarnos continuar el viaje y no entregarnos al Instituto Nacional de Migración (INM)”.

Delante de los agentes de la Border Patrol señala: “Estamos nerviosos porque no sé qué vaya a pasar, si nos dicen que nos van a deportar vamos a llorar, es el desahogo de nosotros, porque no podemos hacer más nada, lamentablemente ya estamos en las manos de ellos, ese es su trabajo y es cuestión de ellos”, dice resignado.

La frontera sur de Estados Unidos no está abierta

Fidel Baca, vocero de la Patrulla Fronteriza sector El Paso, hizo un llamado a todos los migrantes para que no se dejen engañar por las bandas criminales que les dicen que la frontera sur de Estados Unidos está abierta y que están recibiendo a solicitantes de asilo, ya que este trámite sólo se recibe a través de la aplicación del CBP One.

El agente federal puntualizó que los traficantes de personas les dicen a los migrantes desde que salen de sus países de origen que vayan directamente a la puerta 36 para poder entrar a la Unión Americana y solicitar asilo, pero la realidad es que serán procesados y expulsados a otra frontera de México.

Agregó que también los engañan diciéndoles que cuando concluya el Título 42 la frontera estará abierta, algo que es mentira, ya que de igual forma serán repatriados bajo el Título 8, como se hacía antes de la pandemia por Covid-19.

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