Chilpancingo.— El 24 de octubre, el presidente junto con 22 integrantes de su gabinete refrendó su apoyo a la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado Pineda, y ofreció ayuda en el combate a la violencia.

Anunciaron en Chilpancingo la implementación del Plan de Apoyo a .

“No vamos a permitir la impunidad porque crece, se reproduce. Impera la delincuencia cuando hay impunidad, cuando se asocia la delincuencia con la autoridad”, dijo ese día el Presidente frente a la gobernadora y los gabinetes de ambos.

De eso ha pasado un mes y el apoyo ha llegado a medias y es insuficiente. En materia de arribaron a Guerrero 200 marinos que se distribuyeron en Acapulco, Chilpancingo e Iguala para detener el incremento de la violencia en esos municipios; sin embargo, los asesinatos, las desapariciones y los ataques armados no paran.

De esos siete, cuatro fueron hallados desmembrados en una camioneta en una colonia de la periferia, tras un enfrentamiento entre militares y criminales.

En este tiempo, el reforzamiento no ha podido detener los asesinatos y ataques en la zona turística. El crimen más reciente ocurrió el 18 de noviembre en playa Caleta. Hombres armados persiguieron a un prestador de servicios turísticos. No se detuvieron: lo asesinaron frente a familias que estaban en la playa.

En Chilpancingo comenzó el repunte de la violencia. La madrugada del domingo, hombres armados quemaron seis locales del mercado principal de la ciudad y una camioneta. Esa misma noche se reportaron balaceras en distintos puntos.

La alcaldesa, la morenista Norma Otilia Hernández Martínez, sólo atinó a decir que no cuenta con policías suficientes para brindar seguridad, que ya pidió apoyo al gobierno del estado y a la Federación, y que se alineará a la estrategia que decidan López Obrador y Salgado Pineda.

La funcionaria indicó que la seguridad “no depende de las instituciones” y recomendó a los pobladores organizarse para protegerse de los criminales, pero eso sí, pidió que lo hagan con cuidado.

En Iguala, la violencia lejos de bajar comenzó a expandirse a otros municipios como Huitzuco, Taxco y Tepecoacuilco. En esta región, un grupo criminal desafió al alcalde, el priista David Gama Pérez, y ha impuesto precios en productos y servicios.

En los primeros 40 días del gobierno de Salgado Pineda, en todo Guerrero han sido asesinadas más de 134 personas, un periodista incluido.

Iglesia pide pactar

La percepción de que no hay resultados en el combate de la violencia y la inseguridad va en aumento, sobre todo entre la jerarquía de la Iglesia católica.

El obispo de la Diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, ha insistido en que el gobierno estatal pacte un acuerdo de paz que incluya a los criminales y ha pedido a las autoridades que dialoguen con los líderes de los grupos delictivos.

A esta postura, por primera vez se sumó el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, quien el domingo llamó a las autoridades a establecer un diálogo “transparente, legal, abierto” con los “victimarios” para lograr la paz, porque la población no aguanta más.

La gobernadora se ha limitado a decir que respeta esa postura, pero su gobierno tiene otra estrategia, que hasta ahora nadie conoce.

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