Chilpancingo.— Guerrero comenzó el año convertido en polvorín: al menos 51 personas fueron asesinadas al inicio de 2024; en este tiempo ocurrieron dos masacres y la capital, Chilpancingo, que se encuentra sin autoridades, encabezó la lista con 14 homicidios.
Los primeros nueve días, en la entidad se reportaron ataques a poblados, desapariciones, asesinatos, hallazgos de personas decapitadas, incineradas y masacres. El año comenzó recio. Los crímenes se concentran en 10 municipios; sin embargo, destacan tres casos.
La primera masacre fue el 4 de enero. La mañana de ese jueves, presuntos integrantes de La Familia Michoacana atacaron con armas de fuego y drones artillados a pobladores de la comunidad de Buenavista de los Hurtado, en el municipio de Heliodoro Castillo (Tlacotepec).
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El hecho fue denunciado por el director del Centro de Defensa de Derechos de las Víctimas de la Violencia Minerva Bello, el sacerdote Filiberto Vázquez Florencio. Fue hasta el sábado que un convoy de militares y policías pudo arribar a esa comunidad para verificar los ataques.
La fiscalía informó que asesinaron a cinco hombres; sin embargo, el cura denunció que en el lugar del ataque hallaron cinco cráneos y un “número indeterminado” de cuerpos; calculó que podrían ser más de nueve los cadáveres.
El sacerdote también contabilizó seis hombres heridos y al menos 15 desaparecidos.
La fiscalía dijo que se trató de un enfrentamiento entre La Familia Michoacana y Los Tlacos; el sacerdote sostiene que fue un ataque directo de La Familia Michoacana contra el pueblo.
La segunda masacre fue el 6 de enero. Eran las 08:20 de la noche cuando al palenque de gallos de Petatlán, en la Costa Grande, llegó un grupo armado y disparó contra los asistentes.
En las primeras horas, la Fiscalía General del Estado (FGE) informó de seis personas asesinadas y 13 heridas. También indicó que se trató de un enfrentamiento entre Guardia Guerrerense y Los Rusos, aliados de La Familia Michoacana.
Dos días después, el ayuntamiento de Petatlán contradijo a la fiscalía. Aseguró que los asesinados fueron 13 y los heridos, 21. También dijo que fue un ataque directo en contra de “civiles desarmados” y publicó los nombres de los muertos y heridos.
El otro punto de violencia es Chilpancingo, capital del estado. Desde el 1 de enero los asesinatos no han parado, ya suman 14 los homicidios. Se han registrado ataques contra billares, table dance, salones de fiestas y contra choferes de urvan. Volvieron las quemas de unidades del transporte público.
El director de Gobernación de Guerrero, Francisco Rodríguez Cisneros, aseguró que la violencia en los municipios se debe a que los alcaldes “no le han dedicado la atención debida a la integración de los cuerpos de seguridad”.
La cosa es peor, las autoridades municipales se fueron a buscar una candidatura.
El alcalde de Petatlán, Perfecto Aguilar Silva, renunció al PRI y a finales de 2023 solicitó licencia para separarse del cargo y buscar una candidatura de Morena a una diputación federal.
En Chilpancingo, la alcaldesa Norma Otilia Martínez Hernández (Morena) se separó de su cargo el 2 de enero pasado para aspirar al Senado de la República. Además, dos síndicos y cuatro regidores también dejaron sus puestos a fin de buscar alguna candidatura.
Ante este escenario, el Centro de Defensa de Derechos Humanos José María Morelos y Pavón alertó que la intensidad de la violencia aumentará.
“Sin duda, 2024 será un año donde la criminalidad y el terror se vivirán con mayor intensidad, pues al ser un año electoral los partidos políticos, en complicidad con los grupos narcoparamilitares y delincuenciales, impondrán a sus aliados en los diferentes cargos y, como siempre, el pueblo seguirá siendo la víctima”, advirtió.
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