Ciudad Juárez.—Por celos, por no prestarle el celular a su pareja sentimental para revisarlo, por no comportarse como desea su amado en un convivio familiar o no estar de acuerdo en alguna situación económica, es por lo que mujeres en Ciudad Juárez enfrentan violencia de género.
Organizaciones civiles señalan que en esta frontera aún existe mucho por hacer en el tema de la prevención y atención a la violencia de género, ya que pese a que en el estado de Chihuahua se activó la alerta de género en cinco municipios para la atención y protección a las mujeres, en Ciudad Juárez continúa al alza en los delitos de este tipo, sobre todo en edades jóvenes.
De acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Juárez se mantiene en el primer lugar nacional en cuanto al delito de feminicidio, con 20 casos tipificados hasta septiembre de 2024.
Además, el estado de Chihuahua está en séptimo lugar nacional, con 38 casos hasta el mismo mes.
A la fecha, diversas organizaciones civiles, como Red Mesa de Mujeres y Casa Amiga, entre otras, trabajan con instituciones gubernamentales, como el Instituto Municipal de la Mujer, para acercar acciones de prevención, visibilización y sensibilización ante el problema de la violencia de género.
En primera instancia se busca atender la violencia familiar, ya que este delito ocupa el primer lugar en las llamadas de emergencia al 911 realizadas por mujeres que son violentadas por sus parejas sentimentales. En muchos casos, al no ser atendidas a tiempo, la situación escala al intento o al feminicidio.
A la par, se busca hacer justicia en los casos de violencia porque, de acuerdo con las organizaciones civiles, el no sentenciar o castigar a un agresor lleva a que muchos más repitan la acción, ya que saben que no pasará nada.
No es un tema superado
Lydia Cordero, directora de Casa Amiga Esther Chávez Cano, cuenta en entrevista con EL UNIVERSAL que pese a los esfuerzos que se hacen por parte de las autoridades y organizaciones en la ciudad, la violencia de género prevalece.
“Sigue siendo un tema muy retador. La violencia familiar sigue siendo estructural y sabemos que la gran mayoría de los casos es una antesala al feminicidio. El feminicidio es íntimo, si se revisan las estadísticas, es un alto número de mujeres que son asesinadas por sus parejas y exparejas, y además no contamos con información de los que son homicidios dolosos y que el asesinato también puede haber sido un feminicidio”, refiere la activista.
Agrega que actualmente existe un esfuerzo importante en estrategias para prevenir la violencia contra las mujeres, sobre todo por parte del Instituto Municipal de las Mujeres y el gobierno local, pero no llegan a ser suficientes, ya que se trata de un asunto de larga data, debido a que la prevención de este tipo de delitos no es algo que se logre de un año a otro.
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“No es un tema que vaya a reducirse con pláticas o actividades de ese tipo, sino realmente tiene que ir ligada a las tres acciones de gobierno. Tienen que ir ligadas a la prevención comunitaria, en los cambios reeducativos que tenemos que hacer como sociedad para entender las dinámicas en la familia, y es un tema transversal que debe de estar en los tres órdenes de gobierno”.
Cordero añade que el acceso a la justicia se debe también de atender, desde el saber qué medidas se van a tomar para proteger a las mujeres y qué camino se va a seguir para garantizar la no repetición de los casos.
Sobre la situación en Chihuahua y Ciudad Juárez, las organizaciones civiles sostienen que la Fiscalía Especializada de Atención a Mujeres Víctimas del Delito por Razones de Género (FEM) está rebasada en el número de carpetas de investigación por delitos contra mujeres, las cuales son investigadas por muy poco personal, para poder enfrentar un proceso de justicia real en las denuncias que las víctimas presentan ante esta instancia.
“Lleva a que estas carpetas de violencia familiar no lleguen a judicializarse. Al no judicializarse las mujeres quedan en un desgaste, en una desprotección y en una desconfianza a las autoridades. Esto genera que en el escenario social la impunidad manda el mensaje de que en algo como esto, de estas violencias, no ocurre nada”, indicó la activista.
La titular de Casa Amiga, una organización civil enfocada en apoyar a mujeres que son víctimas de violencia, asegura que mujeres que han denunciado su situación han tenido que interponer hasta tres querellas, sin tener algún tipo de protección para ella o sus familias por parte de las autoridades, lo que las deja en una situación vulnerable.
Desconfianza y miedo
Aunque existen decenas de mensajes de prevención y de información sobre a dónde se puede acercar una mujer que es víctima de violencia, existen muchas que no denuncian, ya sea por miedo, desconocimiento e incluso por vergüenza.
“Muchas mujeres no ponen una denuncia por la desconfianza, el miedo, la frustración de no tener lo necesario o las redes de apoyo para continuar un proceso”, explica la especialista.
De acuerdo con Lydia Cordero, del total de las llamadas al 911 por una emergencia local, al menos 60% son por violencia familiar.
“Los que están ahí [en las estadísticas] son la punta del iceberg por todos los que están y que no se denuncian y no se hablan. Muchas de las mujeres que llegan con nosotras no han puesto una denuncia”.
En cuanto a la crueldad contra las víctimas por parte de sus agresores, señala la especialista que cada vez va en aumento, al igual que la escalada de la violencia.
“Va en aumento y además con acciones mucho más fuertes que están poniendo en riesgo a las mujeres. Por eso, para nosotros, el que el feminicidio íntimo siga en los primeros lugares es preocupante, porque son mujeres que ya conviven con su agresor, que tenían una relación sentimental y que la escalada de la violencia las llevó a ser víctimas de feminicidio”, expresa.
De acuerdo con las organizaciones civiles, se debe vigilar a las instancias que fueron creadas para proteger los derechos de las mujeres, ya que es la lucha de muchas mujeres, que incluso ya no están, y por lo cual estas instancias deben de ser fortalecidas con recursos, personal y metodologías adecuadas para la verdadera atención y prevenir la violencia contra la mujer.
También señalan que se debe seguir trabajando de manera cultural y social en la reeducación del tema de la violencia contra las mujeres, debido a que no es un asunto superado y se debe de entender como sociedad. Por último, instar a las mujeres a que sepan que la violencia hacia ellas es cuando se atenta contra la dignidad y libertad.
“Cuando ya no te sientas dueña de tus acciones, forma de vestir, de cómo quieres actuar, peinar, qué quieres hacer, es cuando deben preguntarse si se está en una relación de violencia. Cuando no eres dueña de salir, qué amistades tener, qué información tener en redes sociales, es una de las señales de alerta de que algo está pasando. Buscar acercarse en donde puedan sentir confianza y contar con una red de apoyo”, manifiesta Lydia Cordero.