Villahermosa.— En un mes, la violencia y pánico se han apoderado de los tabasqueños, pues han vivido quema de autos, bloqueos de carreteras, balaceras en fraccionamientos, robos simultáneos a comercios, aseguramientos de propiedades y hasta decomisos de animales exóticos; las autoridades niegan que se trate de cárteles, pero sí de bandas locales bien organizadas.
Para Julia Arrevillaga Hernández, directora de Análisis y Estadísticas del Observatorio Ciudadano en Tabasco, esta violencia —que comenzó el pasado 22 de diciembre con una balacera frente a la casa del hoy extitular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Hernán Bermúdez Requena— se debe a tres factores: primero, a la inseguridad que se ha propagado por el país; segundo, al reacomodo de grupos delictivos ante el cambio de gobierno y el proceso electoral, y tercero, al abandono de los policías estatales y el recorte a sus recursos para dárselos a la Guardia Nacional, institución que, dijo, no está suficientemente preparada.
“Puede atribuirse a que es un año electoral y está confirmado que cuando se da este tipo de cambio de gobierno y está en juego un poder político, en muchas ocasiones también se convierte en un año violento”, aseveró Arrevillaga.
Detalló que en 2018 ya se vivió y en 2021 se repitió la historia, por lo que no se descarta que este 2024 ocurra nuevamente y se incremente la violencia, sobre todo en estados como Tabasco, donde la respuesta de la autoridad ha sido tibia.
“Siempre se ha hablado de una paz narca, donde se hacen acuerdos entre las mismas autoridades y la delincuencia organizada para que respeten de alguna forma a la población, y al momento que viene un posible cambio de gobierno rompen esos acuerdos y es cuando empiezan esos enfrentamientos entre cárteles, entonces muy probablemente vamos a tener situaciones como las sucedidas en Villahermosa y Macuspana, y la respuesta del gobierno es muy tibia”, precisó.
Desde el 22 de diciembre pasado, en Tabasco ha prevalecido la violencia. Esa noche hubo una balacera en el fraccionamiento Club Campestre, la cual ocasionó que 16 vehículos fueran calcinados en los municipios de Centro, Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo y Paraíso, así como asaltos a una tienda de conveniencia, a tres bombas despachadoras de una gasolinería y el desarme de un grupo de la policía de Reacción y Atención Ciudadana en Cárdenas por parte de los delincuentes.
Además, se informó de dos personas fallecidas, una en el Centro de Readaptación Social del Estado de Tabasco (Creset) y otra más en el reclusorio municipal de Huimanguillo, esto debido a motines.
Días después, el 4 de enero de este año, de manera simultánea tiendas de autoservicio, conveniencia y comercios locales en varias colonias de la ciudad de Villahermosa fueron asaltados por grupos delincuenciales con armas largas y los rostros cubiertos con pasamontañas.
Alrededor de las 02:00 de la tarde de ese mismo día, los atracos fueron difundidos en redes sociales.
En los videos se puede observar a personas armadas ingresar a los comercios y amenazar a quienes se encontraban dentro; además, se llevaron el dinero de las cajas registradoras y algunas pertenencias.
Un día después renunció el secretario de seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez Requena.
Este 23 de enero, a un mes de lo sucedido, regresó la quema de autos, ahora en el municipio de Macuspana, donde hombres armados prendieron fuego a un autobús y dos camionetas. También dispararon armas largas al aire en municipios de la región serrana de Tabasco.
Al respecto, el gobernador Carlos Manuel Merino Campos precisó que estos hechos delictivos pueden obedecer a las reacciones de los delincuentes por las detenciones y decomisos que han hecho autoridades federales, así como a las luchas internas de control, por lo que ya se encuentran investigando.
Además, anunció una reunión de seguridad en la entidad en los primeros días de febrero, la cual será encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.