La violencia en cinco estados dejó un saldo de al menos 25 personas muertas en las últimas horas, además de que en Acapulco se registró el ataque a un espectáculo circense, informaron autoridades de seguridad.
En la ciudad de Irapuato, Guanajuato, un comando asesinó a cinco hombres y lesionó a otro más la noche del martes en la cantina Aquí la Gozas, en la zona centro. En el municipio de Silao fue reportado el homicidio del propietario del bar Black Corner —ubicado en la zona centro—, a manos de un sujeto solitario que irrumpió en el negocio.
En Jalisco, la fiscalía del estado informó que investiga la localización de los restos de siete personas que fueron encontrados en la comunidad El Lindero, en el municipio de Lagos de Moreno.
En Chiapas seis personas perdieron la vida en hechos violentos. En la capital, el hijo de un empresario del transporte público que se encontraba secuestrado fue localizado muerto en Chapa de Corzo. En Tapachula se registraron dos homicidios, en Ocozocoautla otros dos y uno más en Frontera Hidalgo.
En Morelia, Michoacán, en el fraccionamiento Jardines de Torremolinos fue abandonado el cuerpo de un hombre que al parecer fue quemado y mutilado.
En Guerrero, ayer fueron asesinadas cinco personas en diferentes hechos. En la capital, a unos metros del Palacio de Gobierno fue atacado a tiros Salvador Salazar, de 23 años, quien es hijo del director de Actividades Cívicas del gobierno del estado, Roberto Salazar.
En Acapulco fueron baleadas dos personas, una de ellas una mujer; en Tlapa fue hallado el cuerpo de un hombre en bolsas de plástico y en Taxco fue asesinada otra persona.
De terror. En Acapulco, ayer por la mañana hombres armados a bordo de motocicletas balearon las instalaciones del Circo del Terror, ubicado en la avenida Cuauhtémoc, una de las más transitadas.
De acuerdo con el reporte policiaco, no hubo muertos ni heridos, sólo quedaron los impactos de bala en la taquilla, la carpa, las puertas y vehículos que estaban estacionados.
Los dueños del espectáculo anunciaron que abandonarán el puerto de Acapulco: “Así no se puede trabajar, no es posible que ya ni trabajar te dejen”, lamentó el empresario Horacio Orihuela.