Huixtla.— Ni el cansancio, el hambre, la sed, deshidratación, insolación ni el dolor en los pies frenan las ilusiones de doña María del Carmen, una mujer de 80 años que viaja en la caravana migrante, de llegar a Estados Unidos junto a su hija, nietos y bisnietos.
Desde hace dos meses, doña María del Carmen, con su hija Doris y ocho integrantes más de su familia, entre ellos un niño de dos años y otro de tres meses de nacido, abandonaron Venezuela debido a la represión y hostigamiento que sufrían por parte del gobierno de Nicolás Maduro, luego de que sus hijos se negaron, dijo, a seguir siendo parte de esa dictadura.
La adulta mayor, que padece discapacidad del ojo derecho, cruzó en cinco días caminando la selva del Darién, que se ubica entre las fronteras de Colombia y Panamá, y dos más en la espalda de uno de sus nietos.
Con escasos recursos económicos, María del Carmen y su familia continuaron la travesía por Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Guatemala, país este ultimo donde denunció que agentes de la Policía Nacional Civil los despojaron de dinero y los abandonaron en un cerro.
En Tapachula, la familia decidió unirse a la caravana que partió el pasado 30 de octubre y la adulta mayor caminó apoyada por sus nietos unos 40 kilómetros hasta esta ciudad, bajo los rayos del sol, la lluvia y calores de hasta 40 grados, pero también aguantando hambre.
Aquí, María del Carmen fue atendida por personal de salud de organizaciones no gubernamentales debido a dolores musculares, ampollas en los pies y deshidratación, al igual que el bebé de tres meses de nacido por problemas respiratorios.
En esta ciudad le donaron una silla de ruedas para evitar que continuara el viaje caminando.
Visiblemente cansada, doña María del Carmen se resguarda del sol en la sombra de un árbol mientras el resto de los integrantes de la caravana bloquean los accesos al Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAITF) y la carretera costera, en el tramo Huixtla-Escuintla, para exigir que les otorguen documentos que les permitan continuar su viaje a Estados Unidos.
“¿Cómo se siente, doña María del Carmen?”, se le cuestiona mientras carga sentada en su silla de ruedas al menor de la familia.
“Bien. Dios es el que nos da fortaleza”, señala con voz cansada.
Su hija Doris explicó que continuarán en la caravana, ya que el objetivo es llegar a Estados Unidos.
Abundó que se vio obligada a traer a su madre a pesar de los riesgos. “No tuve corazón para dejar sola a mi madre, yo decidí traerla a pesar de los riesgos”, aseveró.
Por otra parte, unos 3 mil migrantes se instalaron en plantón indefinido en la entrada al CAITF, al mismo tiempo en que bloquearon ambos carriles del tramo de la carretera Huixtla-Escuintla.
“¡Queremos papeles!, ¡queremos papeles!”, coreaban mientras portaban volantes con el rostro del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, con la leyenda: “Las vidas de los migrantes también importan”.
Mientras los migrantes instalaban carpas y casas de campaña, agentes antimotines de la Guardia Nacional resguardaban la entrada al recinto.
El director de Pueblos Sin Fronteras, Irineo Mújica Arzate, informó que ante la negativa del Instituto Nacional de Migración de dar respuesta a la petición de otorgar documentos a la población migrante tomaron la decisión de bloquear esta vía de comunicación.
Hasta las 15:30 horas del día de ayer, la carretera todavía continuaba bloqueada.