Ciudad Juárez.— “Nos quedamos en la recta final para cruzar la frontera”, es lo que expresa un grupo de migrantes que llegó a Ciudad Juárez la madrugada del lunes en el tren, en busca de entregarse en Estados Unidos; sin embargo, su camino fue en vano pues encontraron cerrada la puerta 36 del muro fronterizo.
Fue en esta localidad que los migrantes se enteraron de que los gobiernos de EU y Venezuela acordaron la semana pasada reactivar las expulsiones de migrantes de ese país, si no cuentan con algún fundamento legal que los mantenga en la Unión Americana.
Ese anuncio los frenó la mañana de ayer en Juárez, a unos cuantos metros de lograr su objetivo y tratar de cumplir el sueño americano.
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“Estamos tristes. Llegamos en la madrugada en el tren, somos los más salados de todos, pasamos por muchas cosas para llegar hasta aquí, vendimos todo en Venezuela y ahora nos vamos a quedar aquí sin saber qué hacer”, expresaban los migrantes a EL UNIVERSAL, mientras esperaban una solución o un milagro, como ellos decían, en un parque ubicado en la calle Arizona y Juan Pablo II en Ciudad Juárez.
“No tenemos a dónde llegar, ni dinero. Cruzarnos sería nuestra opción, que Estados Unidos nos regrese, pero que de verdad nos regrese a nuestro país, no a Tapachula, ni a Piedras Negras, a nuestro país”, decían con el rostro triste y cansado.
El grupo estaba integrado por tres mujeres y tres hombres, quienes viajaban con niños y un bebé de siete meses.
En entrevista contaron que su viaje desde Venezuela a México para llegar a Estados Unidos comenzó hace dos meses, ya que decidieron dejar su país por la crisis económica que aseguran mantiene el presidente Nicolás Maduro.
En su trayecto, caminaron por la selva y por estados de este país, hasta que lograron tomar el tren que los trajo a Ciudad Juárez.
“Tenemos dos meses que no dormimos en una cama. Nos ha tocado dormir en el piso, en cartones. Llegar aquí y ver la frontera cerrada, estar en la recta final duele mucho”, mencionaron.
Los migrantes se preguntaban si la ley de expulsión de los venezolanos ya estaba aprobada e incluso incrédulos, decían que tendrían suerte, cruzarían a Estados Unidos y podrían quedarse.
Algunos aseguraron que es imposible obtener el fundamento legal que exige Estados Unidos para que puedan resolver su situación migratoria en ese país, pues han solicitado varias veces la cita para pedir asilo político por la aplicación CBP One, pero sin éxito.
“Mi bebé tiene siete meses y lo he traído así en los brazos en el tren y en todos lados. Nosotros migramos porque queremos un mejor futuro para nuestros hijos. Regresar a Venezuela es regresar a nada”, decían.
Pese a que personal del Grupo Beta y del Instituto Nacional de Migración (INM) los invitaban a trasladarse a un albergue y esperar ahí solucionar su situación migratoria, las personas se negaron, por lo cual esperaban en el parque mientras decidían si cruzarse por la puerta 36 de manera ilegal y enfrentar el riesgo de ser regresados a su país o buscar otra vía de ingreso a Estados Unidos.
Disminuye flujo migrante
Desde el pasado viernes el flujo de personas migrantes ha disminuido, de acuerdo con recorridos realizados por este diario y por autoridades municipales, siendo el anuncio de las deportaciones exprés a Venezuela lo que aparentemente lo provocó.
El alcalde de Ciudad Juárez, Cruz Pérez Cuéllar, afirmó la mañana del lunes que siguen llegando migrantes, pero en menor cantidad. Sin embargo, todavía hay personas que arriban a la ciudad en tren y buscan cruzar por la puerta 36 o un refugio.
Esta semana el INM y el gobierno municipal abrirán un albergue temporal en Juárez, el cual permitirá atender a las personas en situación de movilidad que viajan en tren a esta frontera o que se detienen en alguna parte del estado, por lo que se prevé que el refugio sea más grande y haya más control.
“Tendrá mejor funcionamiento, es para evitar que la gente esté en el bordo del río”, explicó Pérez Cuéllar.
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